Llegada

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Era un día lluvioso de octubre, las gotas golpeaban contra el vidrio empañado de la cafetería.

Se escuchaba el murmullo de las personas, el tintineo de las cucharas en las tazas de café, el agua de los grifos en la cocina, los meseros dando las órdenes de sus clientes, los claxons de los coches de afuera, y por último, el sonido de la campana que anunciaba la llegada de un cliente. Y no cualquiera, era de un hombre, de un hombre que lo ha perdido todo.

Suspiro Sabor CaféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora