Parte unica

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Su respiración comenzaba a volverse irregular mientras más corría para poder alcanzar su objetivo, intentando llevarle el ritmo mientras ágilmente brincaba sobre los tejados de París.

Y no es que no tuviera buena condición, pero ellallevaba más allá sus habilidades, incluso parecía correr con una facilidad que no parecía real.

Todo eso mientras cargaba una gran bolsa llena de joyas sobre su espalda, unas que momentos atrás habia sustraído de un centro departamental sin problemas, obviamente, de forma ilegal.

El se preguntaba como una chica tan hermosa podía cometer semejantes crímenes, si era por codicia o simplemente por diversión, tal como parecía aparentar en diversas ocasiones.

— ¡Detente! — Exclamó con fuerza mientras intentaba tomar una gran bocanada de aire para poder saltar una distancia considerable.

La de traje rojo y moteado lo miro sobre su hombro, sonriendo de manera coqueta y divertida.

Él no pudo evitar sonrojarse ante tal acción, sintiendo como su corazón latía aun más rápido, y eso  ya era mucho que decir en esos momentos.

<< Un día de estos me va a matar >> Pensó con pesadez, intentando concentrarse en su deber.

Y es que como superhéroe de París, tenía el deber de detener los crímenes que ocurrían en la ciudad y de proteger a los ciudadanos. Aunque ella, quien se hacía llamar Ladybug siempre gustaba de hacerle sus noches más difíciles.

Llevando así el juego del gato y del ratón.

Lo peor era, que siempre se salía con la suya, escapando usando sus encantos, por que vaya como lo distraían.

Y siempre se culpaba por ser tan débil ante ella, una criminal. Pero no podía evitarlo.

— ¡Te estás quedando atrás gatito! — La escuchó canturrear divertida unos edificios más adelante, agitando su mano de manera energética.

Quizás era por ella que su popularidad como héroe habia bajado, pues según muchas personas, él no era capaz de atrapar a una pequeña chica.

Pero ¡Diablos! Ellos no sabían lo ágil e inteligente que podía llegar a ser.

Y tampoco sabían cómo se sentía cuando ella lo acorralaba y jugaba con su cascabel. Era obvio que ella sí sabía cómo lo hacía sentir, y lo aprovechaba.

Aunque sus músculos comenzaban a quemar por el gran esfuerzo que habia hecho por, casi media hora persiguiéndola por todo París, no dudo en aceptar el reto que ella habia lanzado de manera implícita, y sin saber cómo su cuerpo pudo soportarlo, su velocidad aumentó.

Pudo ver la espalda de ella cada vez más cerca y aquello le hizo sentir feliz, no la satisfacción que debería pasar por su cabeza al saber que podría atraparla.

De pronto ella se detuvo, dejando aquella gran bolsa sobre el tejado mientras ella se arrodillaba en cuanto el llegó al punto.

Estuvo a punto de tomarla por los hombros y cumplir con su deber, pero por la sorpresa de lo sucedido se quedo estático.

Ahí frente a él, Ladybug se encontraba arrodillada mientras que extendía hacia él un anillo con un gran diamante; Un costoso anillo de compromiso, supuso de inmediato.

Ella lo veía fijamente a los ojos, con una expresión seria en su rostro.

— ¿Te casarías conmigo, Chat Noir? — Soltó de repente, dejando sus labios levemente entreabiertos mientras que la luz de la luna le iluminaba, dándole un aspecto increíblemente inocente.

El juego del gato y el bicho [Miraculous Ladybug AU][Oneshot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora