Capitulo 5

22 2 0
                                    

— ¿Por qué Romeo? Ay no, esperen.....escucharon a la enfermera diciéndome así ¿no? dios que pena — dijo cubriéndose la cara apenado

Empezamos a reír, ¿Maggie le dice así a Miguel?

— ¿En serio? ¿Así te dice? — preguntó Jorge riendo

— Si, solo porque ayudé a una niña de primaria a llevarla a la enfermería

— ¿Qué niña? — preguntó esta vez Alex

— Ni yo se, hace unos días iba caminando y la empujaron de las gradas unas compañeras suyas y salieron corriendo, así que fui con la niña y la cargué a la enfermería, Maggie me dijo que era el Romeo de esa niña, y se me quedó el apodo, no digan nada a nadie ¿está bien? — dijo en forma de súplica, pobre Miguel la verdad.

Asentimos prometiendo no comentar nada al respecto. Nos subimos todos al coche de Miguel, Jorge iba de copiloto y Alex y yo atrás.

— Las ruedas del camión girando van, girando van, girando van, las ruedas del camión girando van — empezó a cantar Alex — ¡canten conmigo! ¡Por toda la ciudad!

— Alex, por favor...— dijo Jorge — no le des una muestra a Miguel de lo que haces en la casa. —Miguel empezó a reír y Alex se volteó a la ventana, estrellándose con ella  con una cara de indignación muy infantil.

Empecé a sacar mi cámara ya que estábamos a escasos metros de llegar a la cancha, una vez que bajamos, empezaron a correr a las gradas, yo iba con mas calma, y pues...digamos que al llegar a las gradas, supe porque Alex gritó "¡a los camerinos!"

Tragué saliva y rápido volví a donde estaban otras chavas, no tenía idea de quienes eran, pero creo que ellas sabían lo de los "camerinos"

— Veo que te acabas de enterar de los camerinos — dijo una chica rubia notando que seguía roja — tranquila, tienes suerte de que llegaran tarde y los demás ya se hallan cambiado, yo pasé por lo mismo — dijo llevando su mano a mi hombro

— ¿Por qué no se cambian en los baños? — pregunté dudosa, los baños están bajo las gradas, no tendrían porque no usarlos.

— ¿Has olido los baños de aquí? — preguntó — el de mujeres está normal, pero el de hombres...huele a chewbacca — dijo divertida — ¿cómo te llamas?

-— Karla, ¿tú?

— Mariel, bueno Karla, creo que te llaman a los camerinos — dijo señalando las otras gradas, me volteé y vi a Alex asomado moviendo su camisa por el aire y gritando mi nombre.

— ¡KARLA! ¡VEN AQUÍ! ¡POR FAVOR! — me levanté y tomé mi morral, no me quedaba de otra mas que ir. Llegué y los tres seguían sin playera, ahora si, que como dice May, ¿que vainas?

— Que asco, pónganse sus playeras indígenas — dije cubriendo mis ojos con el morral

— Primero tómanos una foto — dijo Alex poniendo su playera en la grada junto con sus cosas.

— ¡No! ¿Por qué? — No les quería tomar una foto, me quería salir, me puse un poco nerviosa, había muchos chicos (ya cambiados, gracias a Dios) y el hecho de que Miguel estuviera sin camisa era un poco incómodo. Mente sana como lechuga, Karla, no es el momento.

— Porque para eso viniste — dijo Jorge divertido, me saqué el morral de la cara y tomé mi cámara

— Vine a tomar fotos de ustedes jugando fut, no se sus costillas — dije divertida

— Vamos Karla, solo una foto ¿si? — suplicó Miguel juntando las manos

— Por favor — dijeron al unísono Alex y Jorge con voces agudas

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 28, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pequeña gran obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora