-No entiendo, tú no eres así o bueno eso creía yo.- Me decía el director -tú eres un alumno ejemplar y todo el tiempo que has estado con nosotros no hemos tenido problemas de éste tipo, no entiendo ¿Qué paso?
-No tengo nada que decir- se lo dije con la mirada hacia el piso.
-Mira hijo, si tu cooperas voy a tener que hablar con tu mamá al respecto-.
-Hable con ella, sería mucho mejor- al terminar de decir esto saque un pequeño suspiro.
Me quede afuera de la dirección cuando mi mare llego, pero por suerte podía escuchar todo lo que decían.
-Buenas tardes, ¿Cuál ha sido el inconveniente que mi hijo le ha causado?- le pregunto mi madre.
-Buenas tardes, primero que nada disculpe la molestia que le he causado, lo que pasa es que en la hora de la entrada...
-Si es porque vino lleno de lodo y empapado lo siento mucho- le interrumpió mi madre.
-No, no es sobre eso, pero ya que lo menciona lo retocare en su momento. Lo que pasa es que su hijo insulto a un muchacho en la puerta-.
-¿Y cuál fue la palabra que mi hijo dijo?- le pregunto mi madre.
-Mierda-.
-¿En serio? por una palabra de tan pequeña magnitud se espantas, si fuera algún tipo de maldición o algún insulto a un familiar se lo creo, pero esto es un juego. Pero usted sabe ¿Por qué lo insulto?-.
-No, su hijo no me quiso decir nada-.
-Ahí está el problema, mi hijo sufre de acoso y ustedes ni cuenta se han dado, y dicen que siempre están al pendiente de los niños, pero cuando el acosador ataca al acosado nadie se da cuenta, pero cuando el acosado se defiende y saca una palabra ahí sí, todos los maestros se van contra el acosado-.
-Pero señora-.
-¡NADA DE PEROS!- le grito mi madre mientas golpeaba la mesa- mi hijo cada día tiene que venir a la escuela a pie, tiene que cruzar un puente que está a punto de caerse, tiene que pasar por un camino de lodo y luego por un largo pantano, y tiene que salirse dos horas antes para que pueda llegar a tiempo y sin descansar, somos pobres y no tenemos carro, y además ¿Usted sabe que desayuna mi hijo?
-No-.
-¡Un pan y una manzana!, solo eso nada más, y eso es lo que siempre come y es la mayor comida que tiene cada día-.
-Nun... Nunca me imaginé esto, le pido disculpas, no me imagine que éste pobre niño sufriera tanto-.
-No, yo le pido disculpas, no era mi intención alterarme-.
Solo pude ver que mi madre se limpiaba las lágrimas mientras agarraba mi mano para irnos.
-¿Qué paso mamá?-le pregunte.
-Nada hijo, solo ya no vuelva a alterarte tanto-.
...
Al otro día repetí la misma rutina de venir a la escuela, pensé que el día iba a ser como los otros, pero desde que me defendí y mi madre vino a hablar con el director mi vida empezó a tomar otro camino. Al llegar a la entrada "grumos" me hablo, pero pude notar que no era para molestarme.
-Oye, ven aquí... solo te llamo para pedirte perdón y darte las gracias, nunca pensé que tu vida fuese tan difícil, en serio lo siento mucho...-
-No te preocupes, pero en verdad te lo merecías-.
-Es por eso que te quiero dar las gracias, gracias a tu discurso me di cuenta que todo lo que me dijiste era cierto, por lo cual he decidido dejar eso de molestar a los demás-.
Solo me di la vuelta y me encamine a mi salón, pero al llegar a la puerta el director me tomo del hombro y me pidió hablar con él.
-Oye, con todo lo sucedido creo que tengo que hacer algo- me dijo.
-No se tiene que meter en nuestra vida-.
-Escúchame, tú y tu mamá necesitan esto, por favor no lo niegues. Ten éste sobre, tiene dinero adentro , lo suficiente para pagar deudas y comprar comida, no se lo des directamente a tu madre, esconde el dinero y que tu mamá al estar haciendo el aseo lo encuentre, te voy a dar un sobre cada semana, no lo veas como obligación si no como ayuda-.
Puede parecer que por arte de magia mi vida empieza a resurgir y salir de problemas, pero nada es para siempre, pero al parecer mis problemas si y las ayudas no.
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Ellías Amadeus
Roman pour AdolescentsUn joven con un pasado triste y desastroso conoce la música y desde ahí su vida empieza a cambiar.