Sí, vivo.
1. Preguntar sin necesidad.
¿Nunca os ha ocurrido que os dicen algo y automáticamente vosotros preguntáis que han dicho? Pero antes de que te lo hayan vuelto a repetir tu ya has contestado.
Por lo que, no necesitabas que te lo repitiesen, es como que tu cerebro funcionó con un efecto retardado.
2. Los telefonillos de los edificios.
En caso de que no seáis de España, no sé como llamáis a esto en vuestro país, pero básicamente son los timbres de un edificio que cuando lo tocas te hablan desde una respectiva planta a través de una especie de teléfono.
En fin, explicado eso, continuemos.
No sé vosotros pero en casa de mi abuela el telefonillo es inservible, no es la primera vez que llaman a este y alguno de mis primos se levanta a responder, cuando vuelven les pregunto quien era y ellos me responden tan tranquilos "no lo sé".
3. Llegar a casa.
Nunca os ha pasado, que llegáis a casa y decís "hola" en alto y hay alguien que te pregunta desde la otra punta de la casa "¿ya llegaste?", y tu te quedas como de... "No, es un fantasma si quieres".
4. Estar "dormido".
Esto si que os tiene que haber ocurrido, estar en la cama ya sea dormidos o despiertos y que alguien se os acerque y pregunte "¿estás dormido?".
Vamos a ver, si estuviese dormido no te respondería y si estuviese despierto es probable que ya lo sepas, ¿¡así que para que preguntas ?!
Lárgate y déjame dormir.
