Capitulo V

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—Pequeña, despierta. — oí que alguien susurraba muy cerca de mí.

—Despierta, ya es tarde— seguía diciendo esa voz dulce sintiéndose cada ves más de cerca.

—!mmmm!— fue lo único audible que salió de mí, mientras intentaba desperezarme y lograr abrir mis ojos, hoy no era un buen día, mi cabeza dolía como el infierno, cualquier pequeño ruidito se sentía mil veces más fuerte.

Gire sobre mi misma, para encontrarme con una dulce cara sonriente, tendiéndome un gran vaso de jugo de naranjas.

—Toma, bebe esto, te ayudara un poco. — dijo mi nana con cara divertida.

—Nana, ¿qué hora es?—mientras trataba de acostumbrarme a la poca luz que había en la habitación y me acomodaba en mi cama.

—Ya es más de medio día.

— ¿Qué?, aún es temprano y además es sábado. — le dije con voz  de niña pequeña.

—jajajajaja... no me hagas reír, ya estas bastante grande para hacer pataletas ¿no lo crees? —dijo ella, tomando asiento a los pies de mi cama. — ya levántate y dime que tal la pasaste anoche.

Mi nana acostumbraba a tapar todos mis actos sin contarle nada a mi padre, pero también le encantaba escuchar las cosas que se podían hacer en una fiesta, pero bien tampoco le contaba todo, hay cosas que pasan y solo se quedan en el lugar y entre los que estábamos, y esta no era la excepción, no pensaba contarle lo del jueguito con la botella ni nada sobre eso.

—Normal, nada nuevo para una fiesta, chicos y chicas, bailes hasta no dar más, alcohol por doquier, lo mismo. — dije de lo más normal, encogiéndome de hombros.

Esta me frunció el ceño, demostrándome que no me creía nada de nada de lo qud dije. — Ok, te conozco y hay algo que no me quieres contar. — dijo esto último levantándose de la cama.

—Pero es verdad, no pasó nada, me porte bien. — dije esto último con mi mejor cara de ángel.

—sí, si, como no creerte, si no te conociera. — dijo esto mientras cruzaba la puerta.

Es sábado, otros minutos más en cama... no dañaran a nadie, me gire y seguí con mi sueño.

*******

Corrí por los pasillos iba tarde, sin darme cuenta de que o quienes estaban a mí alrededor. No hasta que choque con un bulto, ósea un cuerpo.

— ¡Cassie!, hay estas. — Grito Emily en mi oído. — vámonos que llegamos tarde. — se giró arrastrándome del brazo sin poder protestar, química era una de las pocas clases que compartía con ella, este año.

—hey, espera que quiero llegar a clases con mi brazo en su lugar. — le estaba diciendo sin ser tomada en cuentas, mientras los demás chicos y chicas nos miraban.

— ¿Que miran?— les grite, fulminándolos con los ojos, ellos solo reían.

— Justo a tiempo. — escuche decir a Emily mientras entrabamos a laboratorio, justo detrás de nosotras llegaba el profesor.

— ¡Justo!— susurre detrás de ella.

Ella solo asintió y nos dirigimos a nuestros asientos, en un absoluto silencio, mientras el profesor se acomodaba sobre el escritorio para empezar a hablar.

—Alumnos, como bien aquí la mayoría saben que la profesora de español, no ha asistido al instituto en estos últimos días, por lo cual con algunos de los profesores propusimos adelantar clases a otros cursos que tengan las horas tomadas con ella, por lo cual hoy mi clase las competiremos con el curso “B”, ya que coincide con las clases de ellos. — comencé a escuchar susurros por todas partes a mi alrededor.

— ¡oh no!, tiene que estar de broma.

— Por favor, junten sus asientos para que le demos espacio a los demás alumnos que vienen. — escuche hablar al profesor.

Después de unos minutos caí en cuentas de cuál era el curso “B”. — No, ¡no puede ser!—comencé a susurrar—no puedo tener peor suerte que esta. — Mientras me lamentaba en mi asiento con la cabeza entre mis manos, escuchaba la emoción de Emily y de algunas de las otras chicas que están a mí alrededor.

La primera que entro fue la bruja de Adriana, la cual no cargaba con nada ni siquiera un bolígrafo. — ¿Donde me puedo sentar? — dijo hablando con tono meloso, llamando la atención de algunos de los chicos.

—Siéntate aquí. — escuche que uno de los chicos como le ofrecía su puesto, mientras él se dirigía a uno de los últimos bancos.

— Si será la muy… — dije en un susurro lo bastante alto como para que mí alrededor lo oyera.

— ¡Calla!, no queras comenzar otra pelea con ella en media de la clase. — me dijo Crista, una de las chicas que se sentaba unos asientos más atrás.

— ¡Ok!, sobreviviré. — le dije suspirando, para darle mi mejor cara de niña buena.

Mientras seguían entrando y acomodándose en las mesas libres y espacios disponibles, no sé en qué momento el profesor asumió que en un laboratorio tan pequeño entraría tanta gente, si apenas hay espacio y aún faltan alumnos por entrar.

—Emily. — escuche que alguien la llamaba, me gire junto con ella.

—Y si no es ni más ni menos que “Chase”. — le susurre a sus espaldas, ella no hizo más que asentir, esta embobada viéndolo.

— ¡Hunter! , aquí esta, la encontré. — grito Chase dándose media vuelta.

No, No, Trágame tierra, no me puede estar pasando a mí.  Pero por que la tenía que buscar ahora precisamente en este momento, si nunca le dirige la palabra en ningún lado por qué tenía que hacerlo ¡HOY!

He evitado a Hunter, lo más posible durante estos últimos días, después de lo sucedido en aquella fiesta.

—Emily, Emily— le susurraba pero esta estaba en shock, tampoco se imaginó que él la buscaría.

—Emily— intente otra vez, pero esta vez golpeando su brazo.

—He, ¿qué?— fue lo único que logro decir.

—Que reacciones mujer, que no te puedes quedar perpleja hay sin hacer ningún movimiento. —le trataba de decir pero no reaccionaba.

Sin más previo aviso, ya teníamos a dos cuerpos sentados a nuestros lados de lo más normales, como si hubiéramos sido compañeros desde siempre, pero cuando iba a protestar, el profesor comenzó a dictar la clase.

*******

Mientras la clase seguía su curso normal, he intentaba tomar la mayor atención posible, mientras sentía que alguien me observada, al girarme me di cuenta que era Adriana, que no solo observaba si no que me estaba taladrando con la mirada.

Levante mi cabeza y le enfrente con la mirada, esta dándome un desprecio se giró y siguió tomando atención a lo que dictaba el profesor.

—No la tomes en cuenta, solo esta celosa. — escuche que alguien susurraba demasiado cerca de mi iodo, provocándome un pequeño estremecimiento, porque él me provocaba eso cada vez que esta cerca.

Me gire a mirarlo, mientras el me observada con una sonrisa ladina y arrogante.

Quien lo iba a decir Adriana Irons, la brillante capitana de porristas, celosa de mí… ni que me hubiera pre dicho lo hubiera creído antes. Pero algo me dice que esto no traerá nada bueno.

¡NADA!

*****

Espero que les guste... tarde mucho mas de lo que pense, ya que me quede sin office donde tenia escrito esto.

me regalan una estrellita o comentario, me encantaria saber que piensan de la historia!.

Don't Talk To MeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora