Capitulo 4

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El viaje

Me desperte. El brillante sol penetraba mi cara. Me levanté, tome mis pantuflas y baje hacia la cocina.

De lado de las escaleras vi tres maletas. Todas contenían una cinta que decia 'Aeroparque Fitzzur, Beatriz lissue'. Fui en búsqueda de mi madre, ella estaba saliendo con el auto.

-Ma! Que es todo esto?- le grite desde la puerta principal. Obviamente no saldría en pijamas a hablar con ella.

-Me voy de viaje a Francia- se iba acercándose a mi, cada vez más. -Permiso, cariño - me dijo corriendome y tomando las maletas.

-No planeabas avisarme de este viaje?- le dije frustrada. Apoye mi mano en mi frente, para impedir que el brillante sol lastime mis ojos.

-Hija no te queria despertar, fue un viaje de improviso, además te habia preparado una carta. -se dio media vuelta.

Subió todas las maletas a su coche. Me dio un beso en la frente y me dijo 'Adiós, no quemes la casa'.

Cerré la puerta principal y me dirijo hacia la cocina. Arriba de la mesada habia una carta. La abrí y había un papel, unas llaves de auto y una tarjeta. En aquella carta Decia;

"Para Katherine Steven.

Querida hija. Por fin tendrás todo lo que alguna vez quisiste, una casa sola para vos. Me fui de viaje a Francia a ver a tu padre, ese capricho de no volver acá me esta enloqueciendo. Tu pequeño hermano se quedará en lo de tu abuela. Pensé que tu ya eras lo suficientemente responsable como para dejarte allí. Así qué decidí dejarte sola con nuestro huésped, lo hice porque se que te incómoda y seguramente Rachel o Doris vendrían a acompañarte. Prepare un sobre muy grande, dentro de el se encontraban unas llaves que tu padre me dio desde Italia, es un auto, espero que lo disfrutes. Y también una tarjeta. En aquella tarjeta te depositare dinero cada día de la semana durante tres meses. Cuídate y llámame por sí acaso. Aterrizo mañana a las cinco de la tarde. Te amo. Mama"

No lo podía creer. Mi madre me dejo sola, con un desconocido. Además yo le había dicho que Doris había viajado y Rachel que iba a ir a rehabilitación, historia de otro día. Además tres meses es una barbaridad.

Tome las llaves del auto salí a la calle, ya no me importaba si estaba en pantuflas o pijamas, apunte a la calle con el control de la alarma y nada sonaba, ni hacia luces. Me canse de apretar. Pensé que era una de aquellas bromas pesadas que hacia pite pero no.

Tome una manzana. Subí las escaleras y pase por el hall, me encontre con Jace. Se lo veía malhumorado así que no le hable. Me dirijo hacia mi cuarto y me siento en la silla del escritorio. Como mi manzana y escucho los pasos que se acercan hacia mi habitación.

-Permiso. -Dijo Jace, entrando a mi habitación y sentándose en mi cama. - Como andas?- De apoco se fue acostando en mi cama.

-Bien, algo abrumada. Tu? -Dije acercándome a el

-Bien.

Me senté en la cama con el y le ofrecí un poco de mi manzana. El me negó con la mano. Se sentó apoyandose en su brazo izquierdo.

-Hay una fiesta en la casa de un amigo, quieres ir?- me miro a los ojos, levanto ambas cejas e hizo una risa, haciendo que en sus mejillas se formen huecos.

-No lo se. - entrecerré los ojos y mire al techo

-Es un problema tu madre, lo entiendo, la mía era igu...- me empezó a hablar sobre cuando su madre no le dejaba salir

-No, no, no! ese no es un problema, mi madre no esta- Interrumpí su charla para negarle absolutamente todo

-Bien entonces...? vamos?- empezó a hacer señas con sus brazos.

-Bueno... si vamos- dije no muy convencida de lo que estaba haciendo

La ultima habitaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora