La ultima habitación

Capitulo 8

'Amor mío... Amor mío.'

Me levanté, me dirigí al baño, abrí la canilla del agua y la toque para sentir cuando este tibia. Estaba muy fría, sabia que tardaría un bien rato hasta que calentara. Prepare mis útiles escolares, puse mi ropa planchada y doblada sobre la cama ya hecha. Escuchaba el agua correr, fui a ver si seguía fría, estaba tibia pero no tan caliente como quería, la deje correr.

Baje a la cocina, iba a preparar café pero alguien se me adelanto, había una bandeja con café, galletas y un papel sobre la mesada.

"Te prepare el desayuno, espero que lo disfrutes nos vemos a las cinco. Besos."

Me preparo el desayuno. Decime ¿No es un amor?

Ese desayuno, me había alegrado el día, con una sonrisa de oreja a oreja subí a ver el agua. Estaba perfecta. Llene la tina y me metí completamente desnuda.

Al terminar de bañarme, con la toalla en mi cabeza envuelta y la ropa que me llevaría, baje a desayunar. El café estaba preparado hace rato, así que lo calenté en el microondas.

Termine de desayunar y ya era hora de irme. Tome las llaves de la casa y las del BMW. Salí, cerré todo y me tome camino hacia la escuela.

Mis mejores amigas estaban ocupadas en sus vidas, y yo no era muy sociable que digamos. Y mi mejor amigo estaba ocupado preparándose para las nacionales. En mi primer hora, Historia, me la pase dibujando. En el receso, fui al kiosco y me compre un Baggio. En si, nadie estaba conmigo.

Pase por el campo de deporte y lo vi a Fred, mi mejor amigo, estaba corriendo junto con los demás, me miro y con su mano me saludo. Levante la mano y lo salude con una sonrisa.

Si no fuese por el desayuno de Jace estaría todo el día con mi cara de culo.

Cuando tomaron un descanso, Fred me vio y se acercó a mi, todo sudado me abrazo. Y me dio un beso en mi mejilla.

-¡Como te extrañaba! Odio los fin de semana largos. -Me dijo en mi oído mientras me seguía abrazando. Lo mire y le hice una risa burlona

-Creo, solo creo que me mojaste con tu sudor -Me reí. Lo solté.

-Perdón señora gruñona -Se burlo de mi.

-Fua, miren quien habla, el que esta sin hablarme un funde semana y quiere saber hasta cuando me viene.

-Cálmate, nena -Me dijo tocándome la nariz

-¿Y? ¿Bueno, contame que tal el príncipe azul?-En ese momento se escucho que el entrenador dijo que terminaba el receso. - Odio a ese tipo. Cuando salgamos de la escuela me lo dices todo eh.

Se fue corriendo hacia su equipo. Lo quería demasiado para mentirle. Así qué le asentó con la cabeza, sabia que le diría todo.

***

Salí del colegio. Lo espere apoyada en mi auto, me vio y se lanzó hacia mi.

-¡Vamos a Starbucks!-Me dio un beso en mi mejilla y me volvió a abrazar alzandome.

-Si, subí dale.-Abrió la puerta del acompañante y entro.

Nos dirigimos a Starbucks, nos quedamos hablando más o menos una hora y luego lo alcance a su casa. Le conté absolutamente todo, le gustaba saber que yo sería feliz con alguien.

Llegue a mi casa, eran las cuatro. Mire el reloj de mi celular, me quedaba una hora, así que me fui a acostar.

Me saque toda la ropa, y que de en ropa interior. Me gustaba sentir el fresco que pasa en mi cuerpo.

Escuche la puerta principal abrirse. Rápidamente me vestí, baje despacio, y apenas llegue a el me abalancé y le di un beso en su mejilla. Me miro con cara de asustado, tomo mi cara y me dio un beso en los labios.

-¿Qué fue eso?- Me miro y me dio otro beso

-Eso fui yo aburrida.

Me tomo la cintura y me volvió a besar, pero esta vez sin despegar sus labios de los míos, rodee mis brazos por su cuello y lo bese con mas intensidad.

Me alzo el cuerpo entero y me llevo hasta su habitación, esta vez no había nadie que nos interrumpa.

Me tiro en la cama y luego se tiró encima mío. Me empezó a besar todo mi cuello, hasta llegar a mi boca. Eso me gustaba y mucho.