Lo que oculta una sonrisa

I - Por aquel entonces todavía era feliz

Por aquel entonces todavía era feliz.

Al despertar no oí a los pájaros, ni a mi familia caminando por el pasillo. Todo estaba en calma, demasiado tranquilo.

Me desperecé lentamente antes de mirar el reloj. Una vez lo hice, deseé haber hecho todo mucho más rápido. La alarma había sonado hacía veinte minutos y no me había enterado.

Que cliché, llegar tarde el primer día de colegio.

Mientras salía corriendo de casa, miré rápidamente el móvil. Tenía seis llamadas perdidas de Cassy, lo que significaba que ya se habrían ido sin mí. Con un poco de suerte llegaría antes de que empezaran las clases.

Las puertas del autobús se abrieron y  salí rápidamente deseando poder correr como los demás, así al menos conseguiría llegar a tiempo.

Saludé de pasada a unos cuántos compañeros que aún charlaban en el vestíbulo, rehuyendo la evidencia de que las vacaciones habían terminado hacía un par de minutos.

Eché un vistazo a las listas y entré en la clase que me correspondía.

Suspiré tras comprobar que la intuición no me había fallado, volvía a estar solo. Todos los demás estaban en las otras clases.

Me acerqué a un grupo de gente con los que supuse que podría pasar el curso tranquilamente.

<<Buenos días a ti también>>. Me giré y me encontré con algo inesperado. Al final si que iba a tener una amiga en clase.

  — Vaya qué sorpresa. No te había visto, ¿qué tal estás?

— Ja-ja-ja. Muy gracioso ¿ya empezamos con los chistes sobre mi altura?

  — Pues no, la verdad es que no lo había dicho a posta — contesté entre risas, dando pie a que todos los demás comenzaran a tomarla el pelo.

— Oye, parad ya, que no llevamos ni cinco minutos de curso — rió Julia mientras hacía pucheros— . Ey, mirad ahí están los alumnos chinos de intercambio, qué ilusión.

Me giré y al lado de otra compañera tuya, te vi.