Sinner

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"Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo."

1 Juan 2:16

—¡Por favor! Les suplicamos su ayuda. —Jaewhan, un joven pelinegro de veintiún años, se encontraba arrodillado en el suelo junto a otros dos amigos más. Todos habían ido con el mismo propósito: pedir ayuda ante el caos que habían iniciado.

Su caso había sido clasificado como Urgente y había sido rigurosamente investigado antes de ser juzgado por los mismos miembros de la mejor orden de exorcistas en una reunión clasificada. Ya otros exorcistas menores habían intentado purificar el lugar pero ninguno con éxito alguno, por lo que sabían que debían acabar con aquel problema ya. En la habitación sólo se encontraban tres personas en total además de los testigos. Al medio se encontraba Minhyun, uno de los líderes más jóvenes, quien observaba sin expresión alguna los relatos que se exponían del caso. A su lado izquierdo estaba Sungwoon, uno de los pocos exorcistas que había enfrentado y sobrevivido ataques del mismo Satanás. Y finalmente, a su derecha escuchaba atento Daniel, un joven exorcista prodigio que había sido encontrado hace pocos años atrás y había sido reclutado por sus grandes dones.

—Según los informes, ¿sólo es uno?—Sungwoon acomodó sus lentes mientras releía la poca información importante que había sido recopilada.

—...Sí, nosotros mismos lo hemos visto de espaldas pero es lo máximo que se ha podido.—Suspiró. Jaewhan ni ninguno de los que habían estado en el lugar pudo ser capaz de acercársele sin perder la conciencia o incluso la vida.

—De acuerdo. Dicho esto, daré la orden.—Minhyun se levantó y apoyó ambas manos sobre su escritorio con una pose tan erguida que imponía respeto ante cualquiera que lo observara.— Sungwoon y yo-

—Disculpe. —Interrumpió el más novato de la sala, logrando que todas las miradas se posen sobre él. —Desearía ser partícipe de este caso, por favor.

Minhyun lo observó en silencio: era la primera vez que alguien lo interrumpía mientras hablaba pero sabía que el joven nunca antes había ido a una reunión de aquel índole, por lo que simplemente lo dejó pasar.

—Petición aceptada. Iré contigo esta misma noche. —Regresó su mirada hacia los tres testigos, quienes no se atrevían a observarlo directamente a los ojos. —Con esto concluye la reunión.

Daniel se emocionó por dentro al ser su primera misión oficial como miembro principal, mas lo que jamás imaginó era que tal vez debió callarse a pesar de sus deseos...

... quizá de esa manera la orden de exorcistas

habría sobrevivido.