VI.

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Ella está sentada

junto a la luna

e inhala su propia muerte,

con sus quemados pulmones

piensa en la vida

que nunca quiso tener,

decidida

le susurra a la ciudad

"los ángeles pueden volar"

y vivío feliz para siempre.

Las noches solitariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora