IX.

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Ella tenía esa cosa.

Sus ojos brillaban en la oscuridad,

sus labios eran cerezas en

primavera,

su piel era blanca como la nieve,

y su cabello era de el color de la noche.

No tenía amigos, no tenía a nadie,

ella sobrevivía sola.

Su vida era perfecta y triste.

Su alma era negra,

pero su corazón era brillante.

Ella era como la vida.

Un vacío en su corazón,

ella lo sentía.

Ella tenía esa cosa.

Las noches solitariasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora