-Ya no tengo deseo que pedir –le dije sonriendo-
-Pero si la vez pasado que me dijiste, dijiste que tenias un deseo
-Si pero ya se me cumplió
-Cual era tu deseo
-Encontrar el amor –el sonrió-
-Lo encontraste
-Si –le di un suave beso en los labios- te encontré a ti y eres mucho mas que eso –le dije, me tomo mas cerca de el dándome un hermoso y apasionado beso- te amo justin
-Te amo Alli –me sonrió- no quieres pedir otro deseo
-No, ya soy feliz no deseo mas nada
-Pues entonces yo si pudiere algo –dijo alejándose de mi, yendo hacia el balcón donde estaba el telescopio-
-Que pedirías –dije tras el-
-Que nuestro amor dure toda una vida –me dijo sonriendo-
-Te amo –le dije, el se me acerco a mi con esa hermosa sonrisa de siempre-
-Yo te amo mucho mas –me dijo besándome, para luego dejar suaves besos en mi cuellos, se sentían tan bien, cálidos , dulces y tiernos besos-
-Justin – se me escapo en un gemido, al momento me sonroje el solo me sonrió, me fue quitando la blusa por completo, estaba nerviosa pero al momento de estar en los brazos de el, todo eso se iba-
-Eres lo mas hermoso que han visto mis ojos – dijo quitándome el brasear, poco a poco nos fuimos despojando de nuestras ropas, entre besos y carisias. Justin con decisión se acerco a mi boca, besándome por ultima vez acomodándose lentamente y sin dejar de verme, suavemente se adentro dentro de mi, solté un grito ahogado, Justin se detuvo- te hice daño –me dijo con preocupación-
-No tranquilo –dije y lo bese- Justin?
-Dime amor
-Sigue –logre decir, el me sonrió, me volvió a besar poco a poco aumentando sus movimientos, entraba y salía de mi con un hermoso vaivén, de repente comencé a sentir una sensación que nunca en mi vida había sentido tome a Justin del brazo marcando unas medias lunas rojas en el enterrando mis uñas en su piel, el me beso para atrapar mi ultimo gemido al llegar al orgasmo.
-Te amo –fue lo ultimo que le oí decir-
Esa noche fue mi primera vez, Justin fue tan delicado, tan hermoso, me sentí tan amada, tan feliz. Esa noche sentí que era completamente feliz.
-Papa! –lo llame, estábamos los dos en el centro comercial comprando algunas cosas-
-Dime hermosa –dijo pasando su brazos por mi hombro abrazándome-
-Quiero conocer a Anne –le dije, el se detuvo mirándome-
-Que?!
-Quiero conocer a Anne o mama como le quieras llamar
-Porque eso de repente
-Quiero preguntarle algo
-Que cosa
-A ella, no seas curioso!
-Como no quieres que sea curioso si de la noche a la mañana me sales con esto
-Pensé que te ibas a alegrar unos días atrás querías que la conociera
-Estoy feliz Alli, pero algo asombrado, pensé que nunca lo ibas a pedir
-Pues ya ves que no, quiero conocerla
-Cuando la quieres conocer?
-Pues lo mas pronto posible –le dije-
Pasamos las horas hablando de cosas sin sentido, gran parte el se paso regañándome por el hecho de que Justin era mi novio, era la hora y todavía no lo aceptaba. Por otra parte JJ hablo con Anne para que la pudiera conocer hoy en la noche en una cena solo ella y yo y no puedo mentir estaba nerviosa.
La tarde paso rápido, ya me encontraba en la puerta del restaurante, mi papa y Justin me habían llevado, traía un vestido rosa con mi cabello suelto y unos ligeros tacones.
-Estas hermosa mi amor –me dijo Justin abrazándome-
-Yo le tengo que decir eso –dijo JJ quitándome de los brazos de Justin-
-Papa!
-Que!
-Justin es mi novio! –Justin solo miraba riendo mirando nuestra discusión si es que asi se le podría llamar-
-Y yo soy tu padre, óyeme bien muchacho es mi hija mi tesoro solo yo puedo abrazarla –le dijo a Justin señalándolo- antes eras chévere Bieber -dijo y yo rei aun mas-
-Ya no le caigo bien señor James
-Desde que le das besos a mi hija, no! –Dijo Justin y yo reímos-
-Deja de pelear papa –dije entre risas- ya voy a entrar no quiero llegar tarde, chao JJ –le dije dándole un abrazo y un beso en la mejilla-
-Llámame si me necesitas princesa –me dijo el-
-Ok –le dije, me acerque a Justin – chao amor gracias por estar aquí en este momento-
-De nada mi amor –me dijo me abrazo y me dio un suave beso en los labios-
-Que les acabo de decir! –dijo JJ, Justin y yo volvimos a reir-
-Oh por Dios papa!, Chao mejor –dije entrando al restaurando, dejando a los hombres que mas amo a su suerte-
Al entrar di mi nombre ya que teníamos una reservación, el camarero me guio hasta la mesa y hay estaba ella, por Dios era igual que yo, el mismo cabello claro, sus ojos oscuros. Me miro y al instante sonrio, mi corazon se detuvo por un milisegundo.