Las manos de Víctor recorrían la espalda del menor provocándole una deliciosa sensación, parecida al de la noche anterior pero un poco más intensa, la lengua del científico jugueteaba en la boca de Igor, en un ritmo frenético pero no desesperado.
-¿No... no debemos irnos ya?
-Shhhh...la presentación es a las ocho.
Con esta respuesta Víctor tomó a Igor de los muslos y lo elevó hasta que sus piernas quedaron enredadas en sus caderas, en esa posición subieron las escaleras hasta llegar al sofá favorito del mayor, depositó a Igor en este y siguió besándolo, su pierna izquierda se encontraba flexionada en medio de las de Igor, y con la libre se sostenía firmemente en el piso.
Los brazos de Víctor estaban a cada lado del menor y este se encontraba feliz en aquella excitante posición.
La lengua de su benefactor se paseaba por todo lo ancho de su boca, hasta que rompió el contacto, y se quedaron mirando aún con las respiraciones entrecortadas.
Frankenstein comenzó a quitarle la ropa, lanzando esas elegantes pero estorbosas prendas al suelo, cuando dejó completamente desnudo al muchacho, contempló su cuerpo, dejando algunas marcas tenues de sus uñas en su pecho.
Igor gemía bajito, tratando de acoplarse a aquellas nuevas y desafiantes emociones.
Víctor se despojó de sus ropas también, haciendo que sus mejillas se tornarán más rojas de lo que ya estaban, jamás había visto a alguien desnudo antes, y menos alguien tan perfecto como su benefactor.
Observó cada centímetro de su piel, blanca, tan hermosa. Concentrándose en una parte de su anatomía que le hacía sentirse más excitado de lo normal.
Frankenstein colocó su notable erección en la entrada del más joven y este tembló en su posición.
-¿Qué sucede?- Preguntó Víctor, deteniéndose.
-¿Va...va a doler?- La cara de Igor denotaba preocupación, en realidad nunca había hecho algo así, y siendo la primera vez, era normal tener algo de miedo.
Víctor se acercó a él y depósito un beso tranquilo en sus labios, se quedó haciendo eso y no se alejó, tomó las rozadas mejillas del contrario y lo miró fijamente a los ojos...
-Tranquilo, va a doler...- Dijo aclarando las sospechas del pequeño debajo de él- Pero solo un poco... Confía en mi.
Volvió a besarlo, tratando de mantenerlo calmado mientras se abria paso en él, abandonaron el beso cuando Igor encajó sus uñas en la espalda del mayor, apretando los dientes por el intenso dolor, Víctor divisó algunas lágrimas saliendo de sus hermosos ojos verdes.
Cuando lo llenó por completo, se detuvó antes de comenzar las embestidas, dando tiempo a su compañero de acoplarse a la nueva sensación. Igor estaba tratando de no llorar más de lo debido, hasta que se acostumbró a aquel invasor dentro de él, después de unos minutos cuando su respiración se calmó y el dolor casi desaparecía siendo reemplazado por un incomparable placer, se lo dejó saber a Víctor.
-E... estoy listo- Frankenstein sonrió y empezó a moverse en el cuerpo de Igor, haciendo que pequeñas corrientes recorrieran todo el cuerpo de este.
Los gemidos de Straussman avanzaban al mismo tiempo que las estocadas del ojiazul.
De cuando en cuando Víctor depositaba besos delicados haciendo estremecer a Igor.
¿Como habían llegado a esto?, a pesar del descomunal placer que sentía, Igor aún no sabía sí aquello era algo que debió pasar o sólo fue una consecuencia de la felicidad de Víctor, aún así, y sabiendo que esa no era la manera en que quería poseer al científico, aceptó que le agradecía al destino, sí es que este tenía algo que ver, poder terminar de esa manera con él.
Estaba sumergido en sus pensamientos cuando sintió una sensación nueva e intensa en su vientre.
La respiración le faltaba y ni siquiera podía gemir fácilmente, sintió un placer más allá de lo que las palabras pudieran explicar, había alcanzado el orgasmo.
Víctor hizo lo mismo al sentir las contracciones del cuerpo ajeno, era tan excitante tenerlo en esa forma, hacerlo descubrir aquel mundo de placeres carnales, lamentando que para él estuviera tan escondido.
Si algo tenía claro Víctor era que ni él podía explicar por qué se portó así con Igor, admitía que había estado con muchos más, pero, jamás tuvo ese trato con ninguno, de alguna manera, Straussman desataba en él algo de compasión, era como querer cuidarlo, pero también poseerlo de todas las maneras posibles.
Era una situación bastante complicada.
Dejó el tembloroso cuerpo de Igor recostado en el sofá.
Se levantó y respiró profundamente, mirándolo extasiado, quería decirle algo importante, algo...
-Hay que cambiarnos, debemos irnos.
Caminó hasta su habitación y cerró la puerta sin hacer ruido alguno. No quiso pensar en nada así que sólo se metió a una rápida ducha y se quedó en su cuarto a esperar la hora de irse... de huir del abismo que el mismo abrió.
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Call me your master
Fanfiction"-Entiende Igor. Soy tu superior. Yo merezco tú respeto. Yo...soy tu amo"