Encuentro

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Se había reunido una vez más con Finnegan, fueron a una cena juntos, las personas los miraban y cuchicheaban cosas de ellos, ¿Cómo podía estar el hijo de los Finnegan con aquel hombre tan extraño?.

—Debo admirar Víctor, que tienes un excelente autocontrol, para ser el tipo de hombre que eres, esto de fingir se te da muy bien.

“No te lo imaginas idiota, llevo noches enteras fingiendo que siento algo por ti...” Pensó Frankenstein y solo le sonrió al rubio. Lo único que quería era terminar con esa absurda farsa.

—Veo que algo te preocupa, ¿Se trata de Igor, verdad?— Víctor se removió en la silla incómodo, dándole la respuesta a su compañero— Enserio lo lamento, hacen una linda pareja...— Comentó sarcástico.

—No molestes, Finnegan— Respondió el científico dándole un trago a su copa de vino.

—¿Que opinas sí nos vamos?, podría hacer algo para que te sientas mejor— Víctor lo observó sonriendo malicioso, y Finnegan se levantó de la mesa.

Víctor debía admitir que Finnegan le parecía atractivo, tenía unos lindos ojos, y un cuerpo muy bello debajo de esa ropa costosa.

Pero no lo veía con los mismos ojos con los que podía ver a Igor, Finnegan era engreído y tenía un auténtico aire de sofisticación al caminar con aquel elegante bastón por las calles de Londres, eso lo hacía tan diferente de su pequeño hombre, aquel al que tanto amaba, aquel que lo engañó.

Al llegar a la mansión de Finnegan, Víctor se quitó la gabardina y la dejó en un sillón frente a la ventana, su compañero le facilitó una copa de vino blanco, no era su favorito pero tomar algo estaba bien.

Se quedó mirando el paisaje, un jardín inmenso y un poco más delante la ciudad, sin luz...sin él.

—Relajate...—El rubio llegó hasta él, susurrando sus palabras, mientras pasaba su mano por el brazo de Víctor, este reaccionó con algo de enojo, ¿Cómo jodidos se iba a relajar?, ¿Cómo te relajas ante una traición?.

—Haciendo lo mismo...—Frankenstein volteó a mirar a su compañero, este le sonreía juguetón, tomándolo de su elegante chaleco lo condujo hasta su habitación.

Víctor accedió gustoso a todo lo que Finnegan quiso hacer, pero sabía lo que haría al salir de ahí.

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Los días después de lo ocurrido con Turpin, Igor se había sentido increíblemente culpable, sabía que no podía decirle sobre eso a Víctor pero, miles de veces pensó en hacerlo, no dudaba que ya lo sabía, Frankenstein era muy inteligente, pero no decírselo él mismo, era incluso peor que saber que en cualquier momento podía hacer una locura.

Esa noche Víctor se había ido, le dolía el hecho de que se acostara con el estúpido de Finnegan pero, ¿Con qué cara se lo reprocharía?, ¿Acaso no era lo mismo que él hizo?. Estaba tan metido en sus dolorosos pensamientos que no se dió cuenta de la presencia a su lado.

—No quería interrumpir pero, la puerta estaba abierta y me permití pasar.

—¡Roderick!, ¿Qué haces aquí?— Igor se sorprendió bastante de que el detective estuviera ahí, no quería cometer el mismo error.

—Tenía que verte, saber que estabas bien.

—Sí, lo estoy, ahora debes irte, Víctor llegará en cualquier momento.

—Igor, sé que le temes, pero no podrá hacerte daño mientras yo viva— Turpin intentó besarlo pero Straussman retrocedío.

—¿Porqué?, ¿Porqué querer salvarme?, ¿No vez que no quiero, que no necesito tu ayuda?— Las lágrimas salían de sus ojos azules y eso le partía el corazón al inspector.

Sin dudar, atrapó a Igor en un abrazo, este comenzó a sollozar audiblemente y se aferró a los brazos de aquel hombre.

—No... no sé que hacer... ya no...

—Shh, está bien, no importa, pequeño, todo saldrá bien. Entiendo lo que sientes ahora, y sé que es confuso para ti, así que volveré después, ¿Está bien?, te dejaré pensar las cosas— Depositó un pequeño y casto beso en la frente del menor y caminó fuera de aquella casa.

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Dos días habían pasado desde que Turpin salió de la propiedad Frankenstein, no había regresado, como le había dicho al menor lo dejo pensar las cosas.

Víctor había estado muy alejado de Igor, se pasaba los días dentro de su sótano, rodeado con las máquinas que le ayudarían a reescribir el futuro, lamentablemente no confiaba en que pudiera tener uno con su compañero.

Las copas cada día se hacían más frecuentes, y sólo las dejaba para irse con Finnegan, esto lo sabía el menor por el sonido anticipando el carruaje que lo conducía a esa estúpida mansión, y le rompió el corazón la última plática antes de que Víctor volviera a irse.

Era de mañana e Igor se había levantado temprano para vestirse y tratar de arreglar las cosas.

—¿Víctor?, ¿Estás aquí?...— Igor iba a bajar en busca de su compañero pero este salió de pronto dirigiéndose a la cocina, ni siquiera lo miró, era como sí no estuviera ahí.

—Víctor, yo... preparé el desayuno— La voz del menor sonaba temblorosa, le dolía la indiferencia de Frankenstein.

—Felicidades...— Respondió con sarcasmo el mayor.

—Víctor, tenemos que hablar, ¡Maldición!— Los apresurados pasos del mencionado se detuvieron en seco, Igor no solía alzar la voz y menos a él. Indignado volteó a mirarlo y se acercó al chico, sin quitar aquella mirada, luego de unos momentos soltó una carcajada haciendo a Igor sentirse culpable, bajo la mirada y tragó saliva.

—¿Hablar?, el muchachito rebelde quiere hablar... perfecto, hablemos— Victor tomó el brazo de Igor posesivamente y lo empujó hasta dejarlo sentado en una de las sillas de la mesa, sentándose él en la continúa.

Después el silencio del ojiazul comenzó a intolerarlo.

—Habla de una maldita vez, Igor...

—Víctor, no podemos seguir así,esto es insano...— Las lágrimas de Igor comenzaban a salir pero Víctor no podía darse el lujo de dejar atrás la supuesta plática que tendrían, había que dejar las cosas en claro, y sí algo había aprendido en la vida era que las cosas no se arreglan solas.

Lo único que hizo fue calmar el tono de su voz y tranquilizar su tacto hacía el menor.

—¿Porqué dices eso?, aquí nadie hace algo que el otro no haga, ¿No es así?...

—¿De...de qué hablas?— Igor levantó la mirada asustado, Víctor sonrió sarcástico y cruzó los brazos mirando fija y retadoramente al chico.

—Encontre el sombrero del detective...—Igor tragó en seco, estaba acabado —Supongo que no te puedo culpar, sólo tomaste una salida al dolor que te estaba causando, no soy bueno con esto Igor, y honestamente, no lo estoy intentando. Mi manera de querer es diferente, y ni siquiera sé sí puedo hacerlo. Aún así me hirvió la sangre cuando entendí, que él te había tocado, no puedo soportarlo, imaginarlo tomándote en el sofá, sintiendo lo que yo jure que solo sería mío— los puños de Víctor se ponían rojos de tanto apretarlos, Igor lloraba silenciosamente, había cometido un error y había lastimado a Frankenstein.

—Pero yo hice lo mismo con Finnegan...así que no te culpo Igor, no te preocupes por ello.

—Lo...lo siento.

—Si, yo también.

Víctor se levantó y caminó hacía Igor, este lo miró tristemente, Frankenstein depositó un beso en la boca del menor, un beso cálido y tranquilo.

Después de eso, la tranquilidad no se fue tan pronto, pero Victor si, pareciendo un momento fugaz, que no volvería, igualmente Igor sabía que pasaría a partir de ese día, o al menos, eso creyó...

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Definitivamente el peor cap de mi vida pero pues espero les guste jajaja
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L@s amo

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