2092, Somalia.
-No por tener tetas ganarás la... ¿reta?-intenté hacer una rima pero por lo visto reto y reta no es lo mismo.
-Duns, ¿estas seguro que tienes suficiente inmunidad a la gripe aviar?
-Payasa. Tu problema es que no aprecias un mínimo mi talento adquisitivo del poder y claro, que mi belleza te cohíbe, pero eso es lo normal.
Nuestro objetivo en las cazas era recoger nuevas armas, es decir, localizar nuevos virus para ser utilizados contra nuestros contrincantes. Para nosotros es como si la guerra ya hubiese empezado, pero mientras yo estoy dirigiendo a un estúpido ejérrcito por las vacías calles de Somalia, cargando una metralleta que de no haber cogido masa muscular en estos meses pesaría mas que yo, estos se dedican a murmurar cosas como ''Duns es gay'' o ''Duns no ha probado el buen pan'' y tonterías de lo mismo, ¿pero quien demonios se dirigía a una mujer como pan? En fin. No me había gustado el beso de Ale porque ella no me gustaba, pero claro era imposible que no te gustase, todos los soldados hablaban tan bien de ella y es que la chica era guapa, bueno, tenia buenos genes porque sus rasgos eran bastante normales, piel morena, pero no demasiado, un largo pelo negro y liso que llevaba recogido en una coleta normalmente y ojos color avellana. Pero aun así, me empezaba a preocupar, ¿acaso era gay?
Me fijé en ella, nuestro uniforme que era bastante ajustado en las chicas, le quedaba perfecto, pero... no me atraía, ¿o si? Oh no, soy gay.
No, yo y mi cuerpo sabíamos perfectamente que no lo era. En realidad no era algo que me importase tanto, solo era una clasificación más en este mundo hipócrita.
-Talbi, aquí hay algo-gritó un soldado desde un extremo de la calle.
Había un cuerpo en el suelo, hecho trizas, en realidad, supe que era un cuerpo, por que al menos conservaba la forma. Pero parecía una puñetera caca de vaca, esta bien, ni se le acercaba pero olía tan mal…
Rasgué el poco trozo de tela que había en el brazo derecho y pude distinguir su insignia. Habían estado aquí.
-¿Qué pasa?-Alejandra se acercó, ella iba a su bola y lo digo de verdad, parecía como si se hubiese parido a si misma, dado de mamar, enseñado y criado en solo segundos-Es un virus.
-¿Ahora es cuando todos aplaudimos, te ponemos la insignia de la mejor soldado y bebemos whisky del pecho de mujeres?-dije irónico.
-De ahora en adelante no os separéis, tenemos que estar atentos no sabemos de que se trata-ordené a lo que todos obedecieron, por fin, punto para Duns.
Avanzamos durante un par de horas, pero en la comida todo se descontroló, ¿donde narices se había metido Ale?
-DUNS DUNS DUNS, ya se cual es el virus, acercaros, encefalopatia espongiforme bovina transmitida por virus y característica en las vacas pero que se puede tener graves consecuencias en las personas. Empieza con delirios, alucinaciones y bueno, termina con la muerte. Estoy 100% segura.
-Primero de todo soy el Soldado Talbi y ahora tu superior, muestra respeto-me encantaba fastidiarla cuando podía, después ya me ganaría mi respectiva colleja, pero el presente es el presente-y segundo, eso no puede ser.
-¿Y por que no?-Pregunto Mario, el pesado acosador de mi amiga que siempre la tenia que dar la puñetera razón.
-Ese virus es poderoso, a muerto un soldado del otro ejercito, no han cogido el virus, nos han mandado a nosotros, lo cual no tiene sentido, porque si fuese ese virus, nuestros ''amiguitos'' lo hubiesen cogido costase lo que costase, pero aquí esta en teoría, ¿no?
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La última guerra.
Science FictionAl final el único miedo que persiste es a que te disparen por la espalda.