-chapter two: dark memories

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SURRENDER
(ii. recuerdo)

 recuerdo)

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A VARIOS KILÓMETROS DE WAKANDA , los hijos de los Vengadores convivían en una base oculta. Al no tener ningún adulto, los descendientes evolucionaron y se ocuparon cada uno de un cargo para mantenerlos a salvo. Tristemente ninguno de los habitantes se acuerdan de su vida anterior o de sus familiares y eso les entristecía alguna vez.
Todos eran jóvenes con poderes sobrenaturales: Estaba Shawn, el mayor, Thalía, Elizabeth, Abigail, Scarlet y Nathan, que era el menor de todos.
Thalía se encargaba de mantener a todos activos y liderarles junto a Shawn, Elizabeth se encargaba de vigilar y en enseñar combate, Abigail ayudaba con la tecnología, Scarlet se mantenía alejada intentando recordar, la ponía nerviosa no poder acordarse de su familia. Nathan ayudaba a todos de alguna manera y cultivaba algunos alimentos para tener de repuesto.
El centro estaba protegido por una barrera invisible creada por adamantium. La base era muy amplia: tenían un campo para el cultivo y vivían en hogares independientes, decoradas y pintadas de blanco. Tenían también aparatos más avanzados en la sala de combate que se situaba delante de las casas, junto al comedor y el laboratorio, el que solo podían acceder Abigail, Thalía y Nathan. Scarlet empezó a alejarse con el paso del tiempo, hasta encerrarse en su habitación.

Thalía se situaba en un lugar oculto, junto a varios árboles, para observar y pensar con tranquilidad. Era un santuario con un lago delante de los totems, donde dejaba una rosa blanca delante del tótem de en medio. Tenía la intuición de  que eran sus padres y que la de en medio era su padre o madre. Estaba confusa. No sabía realmente quién era, pero creía que era su padre y que se parecía mucho a él. Se sentó sobre sus rodillas y miró su martillo. Ella no paraba de ver el dibujo que tenía el martillo que sujetaba su mano derecha. El mjolnir era el objeto que tenía desde que nació. No sabía qué era o para qué servía, pero pensaba que era un instrumento muy valioso para su pariente. Cerró los ojos y murmuró.
—Padre—hizo una mueca—un día más te pido piedad y ayuda—dijo entristecida—Estamos escasos de comida y la gente ha empezado a odiarse- pensó—¿Podría ser Ares?—negó con la cabeza, era ridículo pensarlo, ya que Ares fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial—Además presiento que algo terrible va a ocurrir —se detuvo recapacitando—O tal vez a alguien- tenía miedo. Quería mostrar serenidad, poder y control, pero no podía. Pensar en que uno de sus hermanos podría morir sin que ella hubiera hecho nada le desgarraba por dentro y le provocaba un dolor infernal en el estómago. Apretó sus ojos con fuerza y se hundió en el silencio. Solo escuchaba su corazón latir con serenidad mientras que los árboles se meneaban suavemente por la brisa del paisaje, hasta que un extraño ruido proveniente de dicho paisaje es percatado por Thalía. Abre sus ojos azulados y mira a su alrededor con temor. Agarra el mjolnir y lo lanza hacia donde se ha reproducido el sonido. Una sombra de cabellos pelirrojos se mostró ante Thalía al hacer una acrobacia para esquivar dicho objeto sobrenaturalmente pesado.

—¡Nathan!—gritó Thalía. No soportaba que la espiara o intentaran robarle el mjolnir que solo podía levantar ella. Estiró el brazo con el que había tirado el mjolnir y vino rápidamente a su mano mientras amenazaba al intruso con la mirada azulada que hipnotizaba a todos. Sus ojos eran como dos gotas de agua en perfecta armonía que resaltaban más con su pelo platinado, su piel pálida, sus labios carnosos y sus túnicas de colores suaves. Nathan levantó los brazos hacia el cielo inmediatamente sin pensarlo dos veces mientras Thalía le miraba eufóricamente.
—¡Has interrumpido mi conversación con mi padre!—gritó Thalía empujándole el hombro izquierdo de Nathan hasta sacarle de los árboles y dejando ver la base en la que vivían en paz y tranquilidad. Lo que Thalía más deseaba era mantenerles a salvo, como la más mayor, aunque el mayor era Shawn, ella era la más responsable. Nathan solo quería vivir la vida más allá de la cúpula. Se imaginaba el mundo más allá con campos mojados y el aire con olor a la dulce miel con las gotas del rocío cayendo sobre las hojas. Sin duda el paisaje perfecto, pero tenía miedo de que no fuera así.

RISING BELIEVER • NEXT AVENGERS ft. LAB RATS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora