capítulo 4: Un hombre insufrible

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Estos la miran asustados y los tres empujan a Alexander hacia la silla.

–Creo que Alexander esta muy contento hoy...te toca buen amigo–dijo Donald tocándole el hombro.

Alexander les mira sonriendo y si sienta como si nada–Puedes empezar mujer...no le tengo miedo a nada pero...si a lo que nos espera ahí fuera como no nos pongamos esto.

Camila les maquillo de uno en uno hasta que por fin los cinco estaban de pie mirándose los unos a los otros, Camila les mira sonriendo la verdad era que los cinco estaban de lo más ridículos pero tenía su gracia. Miró a jak y vio que la miraba con tanta frialdad que sintió los escalofríos por todo su cuerpo.

–Bien...ahora saldremos, y por dios no os hagáis los imbéciles ahí si queréis que funcione esto–dijo Camila cogiendo su bolso y mirándolos a los cinco.

Jak abre la puerta sujetando su espada y Camila se tapa la cara maldiciendo y sin avisarle le quita la espada y jak le suejta la mano con dureza.

–Suelta bruto...¿crees que no sospecharan viendo tu espada?–dijo desafiándolo con la mirada.

Jak la mira sin emoción alguna y maldice apartándose de ella, Camila coge las espadas y las cubre para que no las vea nadie. Estos llegan a mirad de camino y nada más llegar a la salida oyen los gritos de tres hombres y estos se paran mirándose.

–¡¡Alto!!–dijo acercándose un hombre grande y con mucha barba–¿Que hacéis aquí?.

Camila estaba de espaldas a ellos y guiñándole un ojo a los demás se da la vuelta y empieza a llorar.

–¡Oh! por fin encontró a alguien que nos indique la salida...no sabe cuánto miedo pasamos mis hermanas y yo...–dijo llorando como nunca en su vida.

El hombre se rasca la oreja mirando a sus amigos como diciendo que no sabia que hacer con ella y Camila sonríe llorando más, pero un hombre se acerca a los demás y les mira de arriba a bajo.

–Pobre mujer...tanta belleza y pérdida en este maldito bosque–dijo un joven mirando a Jak.

Camila vio que Jak se intentaba aguantar las ganas de Saltar encima del hombre y darle su merecido, pero al ver como el malnacido del hombre le tocaba la mano supo que no aguantaría mucho. Donald vio a su amigo en apuros y tose para llamar la atención pero en su lugar se acerca el otro hombre y le suejta también la mano sonriendo.

–Si quieren pueden acompañarnos...las trataremos muy bien–dijo acariciando su mano y mirándolo de arriba a bajo.

Camila maldice al ver lo imbéciles que eran esos hombres y llora hasta ver que todos la miran fijamente y está aprieta la mano del de la barba.–Oh...señor, si supiera que nos querían hacer esos miserables de la casa escondida.

El hombre la mira con atención y está supo que lo están consiguiendo–¿Que casa señorita?.

–¿No se lo dije? vera hay unos hombres que nos secuestraron para...oh ya sabe usted...y fue...–camila no pudo terminar ya que echo a llorar y miro de reojo a los demás enfadada al ver que no lloraban.

Alexander lo entiende y empieza a soltar algunas lágrimas y sus compañeros lo miraron incrédulos.

–¿Estas loco Alexander?–dijo Robert susurrándole de cerca.

–Locos estaremos si estos malnacidos se dan cuenta de quién somos así que... a llorar –y siguio fingiendo llorar.

Los demás lo imitan menos jak que no podía creerse que hubiera caído tan bajo para hacer el ridículo delante de sus enemigos.

–¿No sabes quién eran?–el hombre estaba impaciente por saber quien eran.

–Oh... se llamaban...nose todos pero hay unos que es el jefe que por cierto es un total amargado–dijo limpiándose una lágrima y mirando de reojo a Jak–¡¡Si!! ya se , se llamaba jak.

Estos vieron como los hombres casi hacia caer a Alexander y a Donald al oír el nombre de Jak y salir corriendo por donde les habia indicando Camila. Esta les mira sonriendo y sin decir nada sale corriendo del bosque.

–Por fin fuera...vamos a la casa de mi primo antes de que se den cuenta de que les engañamos–dijo Alexander suspirando.

–Si...y a quitarnos estas pintas.

Camila camino por un camino muy largo y lleno de hierbas y flores, y eso la sorprendió ya que ella recordaba que ese bosque no había flores en el. Llegaron a una casa y entraron ríendo entre ellos.

–Lo conseguimos jak–dijo Robert sentándose en la primera silla que encontró.

Jak suspira y masajeando el cuello mira a Camila fijamente mientras se sienta–Quítame esto ahora mismo.

Camila sonríe cogiendo su neceser y le mira sonriendo–¿Estas Seguro? te queda muy bien.

Cuando les término de quitar a todos ,vio como Jim cogía una botella de whisky y les servia a todos, Camila se sienta y piensa en como volver al lugar donde dejó al taxista aunque dudaba que esté siguiera ahí.

–¿Quieres un poco mujer?.

–Bo Alexander y no me llames mujer llámame Camila–dijo sonriendo mientras se levanta y mira por la ventana.

No se podía creer que estaba ahí con cinco hombres y encima sola, que no tuviera miedo era lo que más le sorprendía ya que ella nunca de avía encontrado en esa situación antes. Alexander sonríe al ver a la joven tan preocupada y al mirar a Jak vio que este la mira también.

–¿Que haremos con ella jefe?–dijo mirando a la mujer.

Jak suspira dándole un trago a su vaso–Sabes que no puede quedarse...y también sabes que odio y detesto a las mujeres y mas a las de ese clan ya que por una de ellas estoy metido en todo este embrollo.

–Pero ella...

–¡¡Basta!! ¡¡ella debe irse!!–grito Jak levantándose furiso.

Camila se sobresalta al oír el grito de Jak y le mira al entender lo que dijo este.–¿Como? ¿crees  que me muero por estar a tu lado? sola dime dónde coger un taxi y no me verás por aquí mas–Camila estaba furiosa con ese monstruo de hombre ¿quien se creía para tratarla así?.

–Tax...estas mal mujer, este no es un lugar para una mujer...son débiles  además de una molestia–Jak se levanta dejando el vaso.

Camila se cruza de brazos y se hacerca a él–¿Asique soy una molestia? ¡¡pues esta mujer fue más lista que vosotros cinco y os salvo el culo de esos hombres!! .

Jak la suejta del brazo–No vuelvas a hablarme así ¿¡¡me oyes!!?.

Camila sonríe mirandolo con desafío total– Tú solo no puedes admitir que tengo razón y que te salve a ti y a tus hombres de esos hombres.

Rober suspira cansado–¿Podemos comer algo? quizá la mujer nos pueda prepara algo y....

–¿Yo? que va,solo soy una carga, que lo aga vuestro jefe–dijo mirando a Robert y despues volviendo a mirar  a jak–¿No es ese el trabajo de un jefe? cuidar a los suyos, pues bien ponte a hacer la comida que yo me las piro de aquí.

Y ante la mirada atónita de todos salió con la cabeza bien, Jak grita furiso y tira el vaso contra la pared.

Holaaa!!

Aquí les traigo otro capítulo de mi nueva novela,espero que lo leáis y os guste y como siempre espero vuestros votos y comentarios sinceros.

Besos😘😘

Monstruo o no, te amo (Trilogía "Todo Es Posible Con Un Deseo #2" (COMPLETA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora