Hojas de otoño

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6 años después...
Me he dedicado estos años a sentarme en un sillón en mi habitación, sentarme unas horas ahí y mirar todas las fotos que he tomado de Paola en estos seis años de vida que tiene; Rodrigo dice que soy una exagerada, que porque normalmente cuando la niña aprende una nueva habilidad yo estoy ahí presente con mi cámara y con más de diez fotos por rato. Yo también he pensado lo mismo, pero... no puedo evitar no hacerlo, en verdad amo a mi hija, y sé que algún día me volveré vieja y olvidaré cuanto la amo, por eso hoy que me senté en el sillón, en vez de traer conmigo las fotos de Paola, traje conmigo mi computadora, abrí el Word, comemcé a escribir lo que realmente quiero que Paola sepa...

"Mi angelito caído del cielo... realmente quiero que sepas y tengas muy en claro que, eres la mayor bendición que Dios me pudo haber permitido tener teniendo una terrible irresponsabilidad, que a pesar de que estuve a punto de querer acabar contigo antes de que nacieras, hubo y siempre habrá algo que me estará dando animos y apoyo para estar más que conformada con tenerte, y ese algo, es tu papá Rodrigo, quien desde el momento que supimos que llegarías al mudo nos pegó la sorpresa como una bala en la cabeza, pero aún así, nunca dejamos de quererte, porque sin importar a qué edad te tuve, nunca serás un error y, si lo fueras, serías el mejor error que me pudo haber ocurrido. Sé que para ti será un mundo muy riesgoso y agradable en el que te encuentras, pero si algún día llega a sucederte algo, soy capaz de hacer cualquier cosa; si alguien te hace daño soy capaz de matar al infeliz que te hiera, si sufres de algún accidente soy capaz hasta de cortarme las dos piernas o vender otros órganos con tal de que te recuperes, si tenemos problemas económicos... dedicaría todas mis noches a revolcarme con todo tipo de hombres para pagar lo que tú necesites. Tus problemas son mis problemas, tus necesidades son mis necesidades y tu dolor será mi dolor. Esa es la promesa que te hago en este día para que nunca dudes por ningún momento que yo te amo."

-Con todo mi amor... tu madre que está tan orgullosa del ser humano especial que estás siendo.-

Una vez que obtuve el documento en mis manos, mande a hacer un cuadro de madera pintado de color chocolate oscuro, y lo colgé en la pared de la habitación de mi hija, para que todas las noches durmiera y todas las mañanas despertara con esa promesa.

Desde el día que Paola nacio, he dedicado todo mi tiempo libre a estudiar, leer libros y hacer investigaciones sobre la adolescencia, definitivamente mi hija pasará por esa etapa y quiero asegurarme que las autoridades que tiene como padres estén en todo momento para orientarla para que no cometa los mismos errores que yo. He consultado a psicológos y solo me han dicho que me relaje y que cuando Paola esté cumpliendo los doce años tengo que comenzar a estar más pendiente de ella y prestarle toda la atención posible.



Mi primera vezWhere stories live. Discover now