Favor Con Favor Se Paga

Prólogo

Como verán estoy publicando un nuevo proyecto, espero que les gusten ya que es el primero que hago con este tipo de temática además estará compuesta de pocos capítulos comparado con mis otras obras....😁 Ah  olvidaba decirles que las publicaciones no serán tan frecuentes por lo menos hasta que terminé "Por qué me odias" bueno pues sin nada más que decir los dejo

Disfruten 😊

Desaparecida

Eran cerca de la media noche y el invierno hacía que pareciera más tarde, eso acompañado por el vacío y apenas unas pocas personas que caminaban por allí, hacían que Elisa Watson acelerará el paso, se sentía frustada y lo único que escuchaba era el sonido de sus tacones contra el pavimento, en su interior se reprochaba lo tonta que había sido al aceptar la cita con Trevor un muchacho que conocía de la universidad y quien se había comportado como un verdadero idiota toda la noche.

Se lamentaba profundamente no haberle echo caso a su amiga katie sobre no salir tan tarde y mucho menos sola, pero como siempre no la escucho y se dejo llevar por la sonrisa coqueta del muchacho, ahora en lo único que pensaba era llegar a casa y olvidar que tuvo esa horrible cita.

Mientras más caminaba sentía sus pies doler, no debería haberse puesto esos tacones le dijo su consciencia por lo que empezó a maldecir con mayor fuerza cuando tropezó y cayo al suelo, sus ojos se humedecieron al ver su rodilla raspada, enserio este era el peor día de su vida y apenas estaba por comenzar su tortura.

- Esta bien jovencita- escucho una voz cerca de ella y al levantar la vista se encontró con un hombre con una sonrisa amable- Necesita ayuda- sonrió mientras extendia la mano par ayudarla-

- Si estoy bien gracias por la ayuda- dijo después de tomar su mano y levantarse-

- No se preocupe, pero no cree que es demasiado tarde para que una jovencita como usted ande sola por estos lados, nunca se sabe que clases de personas pueden aparecer- dijo con voz preocupada mientras trataba de arreglar algunas bolsas que traía en sus manos-

- Por eso mismo me estoy yendo y en mi apuro no me fije y terminé en el suelo como usted ya vio- dijo y soltó una fuerte carcajada-

- Si ya lo veo- sonrió cómplice- Bien ahora la dejo, lo mejor será que tome un taxi será más seguro para usted-

- Eso haré- sonrió y observo como el hombre se movía incómodo con las bolsas- Pero antes déjeme y le ayudo con esas bolsas- dijo tomando una en sus manos-

- Vaya es muy amable de su parte, acompañeme mi auto no esta muy lejos de aquí y podrá tomar un taxi desde allí- dijo empezando a caminar-

Elisa lo siguió de cerca, aún le dolía los pies y la rodilla sangraba, sonrió al pensar en la reprimenda que se llevaría  por parte de sus amigas cuando llegará a casa, levanto la vista y vio unos metros más allá un auto, lo miró con curiosidad dándose cuenta que estaba en un lugar aún más oscuro y escondido del resto, por lo que no pudo evitar sentir algo de miedo.

- Ese es su auto- dijo extrañada mirando el lugar-

- Si ese es, lo dejo aquí porque es más seguro de que nadie lo vea, vamos ya estamos cerca- volteo a verla con una sonrisa y siguió camninado-

Tal vez no debió aceptar acompañarlo, después de todo era un extraño aunque se porto muy educado y la ayudo, así que lo más lógico era que ella devolviera la ayuda.

- Puedes poner las bolsas en el maletero- hablo al momento de abrir la cajuela- Mientras yo pongo esto adelante-

- Claro- dijo ella con una sonrisa-

Se acerco de forma lenta y deposito las bolsas dentro, las miró atenta y vio como de una de ellas sobresalian unas cuerdas gruesas lo que hiciera que frunciera el ceño, para que querría un viejo tantas cuerdas.

- Listo ya esta todo en orden- dijo acomodando la última bolsa-

- Enserio se lo agradezco- dijo desde atrás de ella-

Quizo voltearse en ese momento, pero los brazos del hombre lo impidieron, de inmediato su corazón empezó a latir con fuerza, trato de separarse pero la fuerza de este era mucha, abrió la boca dispuesta a gritar, pero sintió como un pañuelo se ponía sobre su boca y un fuerte olor llegaba a su nariz, fue así como poco a poco perdió las fuerzas y terminó en un profundo sueño.