La historia transcurre en la ahora joven adulta Sofía y con Cedric ahora un mago maduro y deseoso de enmendar sus errores. Es un Fanfic-CedFia y por lo mismo no será muy largo, solo me queda decirles espero les guste.
Los personajes (La princesita S...
Sentí como se levantaba de su silla,sentía cada paso de ella aproximarse y cuando menos lo esperaba el sentir de sus suaves y cálidas manos en mi rostro, me enterneció mi corazón, pero lo que más me sorprendió fue sus dulces labios tocando mi frente. Me gire para verla a sus ojos.
Pero mi felicidad fue apocada por las gruesas lágrimas de ella, mi corazón se parte con cada una de esas saladas gotas, mi intención instantánea era tratar de consolar su hermoso corazón, pero su voz me detuvo: -por favor . . (Una pausa en su voz quebradiza) . . llévame a mi recámara, luego hablaré contigo, ahora necesito tomar mis deberes reales seriamente-
No pude más que resignarme, a las órdenes de mi princesa, tome mi varita y nos transporte a su habitación, sabía que tal vez sería la última vez que la tenga tan cerca.
Aún que mi corazón se llenaba de esperanza, al sentir su mano sostenerla con fuerza dándome la señal de no dejarme ir.
Pero como siempre, algo nos interrumpía, la reina Miranda estaba detrás de la puerta de la habitación tocando, para ver si la princesa Sofía estaba lista, para el gran evento de esta noche
Su voz retumbó por la habitación -Sofia, ¿estás lista?- y empezando abrir sin esperar la respuesta de la princesa, ella me tomo de sorpresa, dándome un fugaz beso en mis tensos labios y pidiendo que use mi magia para ser invisible, mientras nuestra majestad se retiraba de la habitación.
-Querida, ¿ya estás lista para la fiesta?- la reina Miranda entra viendo que en efecto Sofía no estaba lista. -Pero que pasa aquí, por qué no te has arreglado, ya no tardan los invitados- la reina Miranda toma a Sofía del brazo para comenzar a desvestirle, yo solo me gire para no verla, aún que claro deseaba verla, pero no se me hacía cortes tomar ventaja de este modo. -Madre, no te preocupes yo puedo sola- definitivamente no puedo mirar, pero si intento usar mis poderes para transportar-me, se dará cuenta que todo esté tiempo estuve aquí.
-Claro que no puedes, tu práctica terminó hace mucho, el príncipe Hugo está esperando y tú no estás presentable- note como Sofía se incomodaba al escuchar a su madre hablar y eso me intriga, más por el hecho de hablar de aquel que tiene la posibilidad de quitarme-la -Madre . . . - no quería voltear y verla en paños menores, pero la voz de Sofía, me preocupo, ya que sonaba con miedo y tristeza -que pasa terroncito de azúcar- no aguante y mire, pero percaté que Sofía cerraba sus puños con coraje y su mirada, estaba dirigida a su madre con desagrado - es cierto lo que me dijo Hugo- y vi como la reina se tensó un momento, pero continuo su labor ignorando casi por completo a Sofía -pues, dime qué te dijo y te diré si es cierto, por qué de otro modo no entiendo a que te refieres- astutas palabras de la mujer que gobierna un reino, pero aún así se notaba su nerviosismo ante Sofia -es cierto que me están comprometiendo con Hugo y qué lo quieren hacer público hoy- no pude quitarle la mirada de encima a Sofía y no por el hecho de estar solo cubierta por un fondo de encaje que no dejaba a la imaginación, fue más por sus palabras, sabía que sólo el me la podía quitar y yo no podría hacer nada. -Querida . . . yo. .- no quería escuchar más, me dolía pensar el solo saber que no podría estar ni cerca de ella - Me prometiste que me dejarías escoger al hombre que amo y que me ayudarías a evitar que papá me empareje con alguien al que no amo- vi como a la reina se le llenaban sus ojos de lágrimas, pero fue fuerte, solo se inclinó disculpándose para así después retirarse de la habitación. Por fin puedo volver a ser visible.
Sofía está mirando la puerta, su rostro no demostraba emociones, pero sus puños sí.
Yo quería abrazarla, pero así como nos encontrábamos, podría ella mal pensar e incomodarla, pero vi como sus lágrimas se derramaban de nuevo y no pude evitar hablar con algo de coraje en mi tono de voz: -entonces . . . ¿piensas tomarte en serio tus deberes reales?- todo se aclaró para mi, si ella no quería ese matrimonio, entonces no podía perder tiempo llorando y si es cierto, que no es cobarde entonces que espera para luchar contra dicho destino -acaso tomarás tus sentimientos y harás lo correcto o simplemente no soy el único cobarde aquí- se qué tal vez, soy rudo con mis palabras, pero tengo más tiempo en este mundo cruel y se algo que ella no, el tiempo también es un enemigo -bueno me retiro princesa- siento como la princesa me busca con la mirada e hice lo posible para que no viera como mis lágrimas rebeldes se adueñan de mi, por dejar esta situación así, pero son decisiones que ella debe tomar -No quiero perderte- esas fueron las únicas palabras que logró decirme y así tomarla entre mis brazos mientras su esbelto cuerpo caía en inconsciencia.
La precisión que cae sobre ella de ser la princesa más bondadosa del mundo fue demasiada y más que nada no iba a permitir que la consumiera.
Tome mi decisión y no te dejaré aquí a que dispongan de ti cómo les agrade.
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