Tu sonrisa.

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A Baekhyun le había resultado casi imposible encontrar un buen trabajo como aquel, que le diera regalías por sus horas extra y seguro médico. Era un trabajo perfecto para él, un estudiante de 17 años que necesitaba mantenerse por su cuenta. Luego de que su madre murió y tuviera que vivir con su padrastro, las cosas se habían dificultado hasta cierto punto, en donde tuvo que huir y comenzar a vivir solo. Poco había pasado para que aquel hombre encontrara su lugar de trabajo y fuera para armar un alboroto, motivo por el cual BaekHyun fue despedido.

Dejó el uniforme y su credencial, ya no podría volver. Al menos su liquidación sería suficiente para sobrevivir un par de semanas, si evitaba pagar el alquiler de la pequeña habitación en donde se estaba escondiendo. Al llegar, se preparó una cena instantánea, le gustaría poder cocinar, pero no cuenta con los suficientes implementos. La mayoría de su dinero va para el gasto de esa pequeña habitación y sus estudios. Piensa en que no falta demasiado para ser un adulto y poder conseguir un trabajo mejor.

Su madre no había escogido una buena pareja, pensó al momento de recostarse sobre su cama. Cuando eran solo ellos dos, la vida parecía más simple, pero desde el momento en que ese hombre llegó, su vida se había transformado en un infierno, tan gradualmente que no había tenido oportunidad de notarlo. Era alcohólico y tenía amistades que daban miedo. Su madre fue envejeciendo prematuramente, enfermando, marchitándose como una flor hasta que murió. Pensó que podía tolerarlo, pero cuando notó que su padrastro comenzó a verle como un buen reemplazo de su madre, tuvo que huir.

Aquel pensamiento le hizo sentir asqueado, esos recuerdos que siempre intentar dejar en el fondo de su mente. Tanta era la obsesión de ese hombre, que la mayoría de las veces lograba encontrar su lugar de trabajo. Ya eran tres que perdía en un lapso de cinco meses. No podía seguir así. Tampoco podía arriesgarse a ser mandado a un hogar y perder su libertad. Por el momento solo tendría que aguantarlo.

Miró con atención las pegatinas fluorescentes que había acomodado especialmente en el techo, estirando su mano como si intentara tocarlas. Recordar la sonrisa de su madre le daba las suficientes fuerzas de continuar un día más.

Al día siguiente y en clases, se sentó junto a sus mejores amigos, compartiendo la instancia antes de que llegara el profesor. Kyungsoo le dio un codazo amistoso, y ambos sonrieron. Minseok llevaba al menos 10 minutos hablando, pero nadie le había interrumpido.

—Par de ratas traicioneras. ¿Me están prestando atención? —inquirió entonces el mayor de los tres, con un obvio tono de molestia.

—Seok, son las ocho de la mañana, ¿Crees siquiera que quiero estar aquí? —Kyungsoo no tardó en responder. —Además, ya te lo he dicho mil veces. Si LuHan te dejó para volver a casa, no hay nada que puedas hacer al respecto.

—Más que vengarte. —inquirió entonces BaekHyun. —Escuché que estaba con un muchacho menor, el de expresión extraña. Salía con él y contigo a la vez.

—¿Oh SeHun?

—Exactamente. —Kyungsoo golpeó la mesa. —Has pasado semanas quejándote, y te engañaba. Supéralo, Minseok. Ve con el chico de cara de estreñimiento, y pídele una cita.

Todo el bullicio de la clase de detuvo al momento en que el profesor hizo ingreso al salón de clases. Minseok volvió a su lugar, dejando a Kyungsoo y Baekhyun en sus respectivos lugares. El pelinegro tomó el cuaderno de Baekhyun para escribirle un pequeño mensaje.

"Tu cara hoy es más horrible de lo habitual. ¿Pasó algo?"

La honestidad de Kyungsoo era única, pensó Baek. Sin tardar mucho y con el cuidado de que el profesor no le viera, tomó su cuaderno para escribir una breve respuesta.

Meet me again // CHANBAEK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora