Meet me again // CHANBAEK.

Epílogo final

(ChanYeol)

El recuerdo se volvía difuso en mi mente, era algo complejo saber cuándo soñaba y cuándo vivía en la realidad. Sólo sabía que nuevamente veía la fotografía de BaekHyun, con muchas flores alrededor. Su sonrisa era tan brillante, que supe que las cosas seguían estando mal y ese miedo me hizo llorar otra vez, deseando que fuera un sueño. Le llamaba a gritos, esperando que apareciera frente a mí otra vez, para decirme que no era real. Que él no había muerto. 

Y así ocurrió, cuando abrí los ojos otra vez. Vi las pegatinas fluorescentes que Baek dejó en mi techo, y entonces respiré con normalidad. La imagen no era difusa, así que lo supe; había despertado de una horrible pesadilla.

—Gigante, ¿estás bien?

Sentí la delicada mano de BaekHyun dándome leves caricias en la espalda, y volteé un momento. Seguramente lucía todo un desastre, recién despertando, con el sudor bajando por mi frente; él en cambio, se veía tan hermoso como siempre, con una expresión de preocupación en su rostro. Tomé su mano y la besé un par de veces, volviendo a recostarme a su lado y apegándolo contra mi cuerpo.

—Sólo fue un mal sueño.

—Siempre tienes malos sueños conmigo —inquirió, abultando ligeramente sus labios, acentuando esa mirada de cachorro—. Dices mi nombre y me despierto.

—Lo importante es que estás aquí.

Por irónico que fuera, mis sueños ya no predecían el futuro, sólo quedaron atascados en el pasado... en un destino que nunca ocurrió. Y seguía dándome terror cerrar los ojos para vivirlo nuevamente.

Intentaba reflexionar acerca de las cosas, y logré llegar a la conclusión de que todavía no arreglo lo que podría estar mal en mi vida; y todo eso, podría llevarme a perder a Baek otra vez. No estaba dispuesto a pagar ese precio, jamás.

Sólo habíamos pasado juntos cuatro meses, saliendo, hasta que le pedí quedarse y entonces no volvimos a separarnos nunca más. Aún no me cuenta de sus problemas, no me dice por qué tiene cicatrices en su vientre y en su espalda. No quiere que lo mire en ocasiones, porque se avergüenza de su cuerpo. No estoy haciendo un buen trabajo, aún cuando le digo que estoy enamorado de cada uno de sus detalles.

—¿Por qué tienes que viajar? —murmuró, cerrando sus ojos.

—Podría ser la última vez que veo a mi padre.

—¿No puedo ir contigo?

Y aunque lo había pensado, no sabía si quería que él volviera a conocer esa parte de mí, la parte que me hace tan vulnerable.

—Podemos hacerlo juntos, si confías en mí.

* * *

El mismo hotel, pero con ciertas diferencias. No estaba solo esta vez, Baek tomaba una pequeña siesta para reponerse de ese gran viaje.

Me gustaba aquí, podría ser un buen sitio para formar un hogar. Pero no quiero seguir escapando, no quiero sentir que él está siempre en peligro. Tengo que ordenar mi mente, tengo que saber todo antes de tomar una decisión más seria.

Aún cuando ha sido poco tiempo, él me mira de la misma manera, desde el segundo primer encuentro. Jamás admitió que me quería hasta que lo hice primero. Su desconfianza me hace pensar que sabe lo herido que podría terminar por seguirme. Y tengo miedo, tengo miedo de que logre alejarse de mí sin mirar atrás, otra vez.