Got the sunshine on my shoulders |Larry Stylinson|

19

Como era de esperar, su mamá está fuera de sí cuando se da cuenta de lo que está pasando. Ella besa a Harry tantas veces que deja sus mejillas pintadas de rosa, y abraza a Jay hasta que todos a su alrededor comienzan a inquietarse inquietamente.

Todo lo que Harry planeó se desarrolla sin problemas. Las flores llegan temprano en la mañana, así que él mismo las arregla, y las luces se ven absolutamente bellas a medida que la luz del día cede y la puesta del sol entra arrastrando los pies. La cocina envía la cantidad correcta de comidas, y todas son cálidas, y la banda se muestra sobria y de buen humor, lista para tocar. Todo el mundo parece pasar un buen rato, su mamá y Robin están en la pista de baile más que nadie en la sala, y las chicas Tomlinson corren por el perímetro golpeando a todos los que conocen hasta que los llevan a bailar.

Para cuando cae la noche, Harry se ha permitido relajarse. Él esta agradablemente cálido después de un par de vasos de vino de la casa, deambulando por la habitación con la vista desde donde está sentado. Su madre esta sosteniendo el codo del Jay y susurrando en su oído hasta que ambas se rompen a reír  medio ebrias, y de ahí, luego esta  Gemma con Doris en la cadera, hablando con el marido de Jay, Dan, como si hubieran tenido  tiempo perdido de  amigos. Lottie y Daisy se paran con la banda, luciendo radiantes en sus vestidos, probablemente pidiendo una canción.

Ninguno de ellos se acercó a Harry, ni siquiera miró en su dirección. No está sorprendido, por supuesto, pero es un tipo especial de dolor. Los había visto crecer justo delante de él, junto con él, solía considerarlas sus hermanas tanto como a Gemma, pero siempre han sido ferozmente protectores de Louis, al igual que su madre. No querrían hablar con él, y eso tiene mucho sentido.

Se sirve otra copa para ahuyentar el  sentimiento. Esta noche, está decidido a deleitarse con todo lo que ha salido bien, en un trabajo bien hecho, en la forma en que se ha lastimado y convertido en esta magnífica y hermosa celebración.

Está reorganizando un ramo de lirios blanco como la nieve cuando una sombra cae sobre la mesa. Él sabe que es Louis sin tener que mirar.

"Hola", dice, sonriendo a su pesar. Esta es la primera vez que hablan esta noche, pero él vio a Louis hacer girar a su madre y sus hermanas toda la noche, y revoloteando por la habitación saludando a personas que no había visto en mucho tiempo, muy encantador, seguro, hermoso.

Hermoso.

"Has estado sentado sobre tu trasero toda la noche", es lo que Louis dice a modo de saludo.

"No lo hice", Harry frunce el ceño, y le señala con su vaso medio lleno. "Eso es una mentira."

Louis sonríe de una manera extraña y radiante, y se apoya en el respaldo de una silla vacía. "Levántate", dice  sonriendo. "Venga."

Parece que ha salido de la portada de una novela. Su cabello está despeinado, pero solo un poco, y  sus mejillas están rojas por el alcohol. Lleva puesto un traje de aspecto caro, ha estado desfilando por allí toda la noche sangrienta, y una camisa blanca crujiente debajo. Él ha dejado los dos botones superiores abiertos, lo suficientemente abajo como para revelar el chapuzón donde se juntan las clavículas, y el brillo del sudor que se ha levantado sobre su piel mientras saltaba en la habitación.

"Nuh-uh", Harry murmura, y se traga su vino un poco demasiado rápido. "Estoy relajandome."

"Te has estado relajando durante una hora", señala Louis. Él extiende la mano y agita el cabello de Harry. "Es hora de bailar".

Harry pone sus codos sobre la mesa. "Nadie me ha preguntado todavía", responde. No puede reprimir una sonrisa, una que es ligeramente más descarada de lo que que le gustaría, pero esta noche no parece muy real, y de todos modos está borracho. Él está permitido a hacerlo.