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Título: Ni muerta

Sumary: «Ni siquiera en la muerte podrás escapar, así que... no descanses en paz, Yui.»

Advertencias: Posible OoC/Situaciones para adultos/Lenguaje para adultos.

Pareja: Yui/Harem.

Cantidad de palabras: 334/Cortesía de Magic Word en complot con Microsoft para hacernos creer que de verdad hay esa cantidad de palabras en el capítulo.

Disclaimer: Diabolik Lovers no me pertenece, pero Yui es mi esposa :D

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«Aunque la ansiedad me carcome viva no puedo evitar entregarme a ella y dejarla avivar la llama de mis tormentos infantiles. Los monstruos que viven bajo mi cama halan desde mis pestañas hacia fuera y tiran de mi cuerpo hasta arrastrarse adentro.

Aunque he jugado antes con ellos les temo.

Por primera vez tengo miedo de ellos.»

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«—¡Pídeme perdón...!

—¿Pedirte perdón? —musitó Yui con rencor. —Mataste a otro ser humano frente a mis ojos por algo tan estúpido como tus propios miedos... ¡¿Y tienes el descaro de exigirme algo...?!

—¿Miedos? —la mirada del pelirrojo se volvió oscura y tenebrosa. —¿Has dicho que tengo miedo...?—masculló molesto, con su tono ronco muy cercano a su oído. —¿Quieres que te demuestre lo que es el verdadero miedo...?

Siempre había sabido la profunda oscuridad que rodeaba a Ayato, pero por su mirada rencorosa supo de inmediato que debería empezar a temerle de verdad.

Era el final, lo presentía, años de heridas acumuladas se lo decían. Ese era el colmo, el desastre que siempre anticipó. Mataron a un hombre, lo despedazaron frente a sus ojos y su estúpido corazón solo podía llorar del dolor.

Lo vio acercarse hasta llegar a ella, la sonrisa macabra bailando en sus labios. Ayato movió su mano hasta alcanzar su cabeza y, con fuerza, justo en medio de su frente, presionar su índice en un golpe leve, lanzandola hacia atrás, provocando que chocara dolorosamente contra la reja de metal.

Yui abrió los ojos por inercia, más que el dolor sufrido, estaba aterrada, un poco más de fuerza en ese dedo y le habría partido el cráneo por la mitad.

—¡Dejame ir, por favor, Ayato-kun...!

—Llora todo lo que quieras, nada va a cambiar. No puedes escapar y definitivamente jamás te irás de mi lado, Yui...

—Ayato... N-No puedo res...

—¡Tú me perteneces, nunca lo olvides chichinashi...!

Ayato descubrió su cuello bruscamente y encajó sus colmillos con saña, asegurandose de ser violento y cruel al beber.

Ella luchó en vano, era imposible de vencer...»

OoOoO

Notas de Kou: Fue bastante dificil subir este capítulo porque tenía dos ideas diferentes para iniciarlo y las dos me gustan separadas, pero no juntas, porque me arruinarían un poco el estilo que tendrá esta historia. Lamento si es como otra especie de prólogo, pero si la puse así es por una razón, no se preocupen que el siguiente es algo más largo. Ya saben que conforme avanza la historia termino escribiendo caps más extensos aunque no quiera xD

Muchas gracias por todo su apoyo, estaré subiendo lo que pueda este fin de semana. Nos leemos :3

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