Adiós, mundo feliz

7 0 0
                                    

Destruir mundos. Green, Zay, o lo que sea perdió la cabeza.
En ese momento se sintió como si algo hiciera 'click' en mí, sentí como si me desenchufaran.

-¡Marco! ¡Al fin despiertas!- mire a una niña al lado mío, tenía una remera tres veces su tamaño, y unos jeans. Era pequeña, pero hay que admitir que tenía estilo.- Papá estuvo preocupado, hermano. Estuviste en coma un año.

-¿Q-Quién eres? -me costó enormemente hablar, mi garganta estaba seca, la niña me tendió un vaso con agua el cual acepté pues la sed me estaba matando.

-El médico dijo que esto era probable que pasara. Empecemos de nuevo -dijo sonriendo. - Hola Marco, soy tu hermana menor, tengo 12 años. Me llamo Ailen, un gusto.

¿Tengo una hermana? Pensé. ¿Qué rayos pasó? ¿Dónde esta Green?

-Ailen, no te recuerdo, a decir verdad. Pero dime ¿Qué pasó? ¿Dónde estoy?

Ella se puso nerviosa y clavó su vista en el piso, note que limpiaba un par de lágrimas y miraba a otro lado.

-Hace un año y medio, mamá murió. Papá nos dejo prácticamente solos, nos daba de comer y se iba. Tú, teniendo 17 años, cuidabas de mí. -tomo un poco de agua y luego me ofreció, acepte mientras la escuchaba seguir con la historia.- Un día, mientras nosotros cenabamos, quisieron asaltarnos. Impediste que se robaran algo y me protegiste, pero uno de los ladrones te atacó por la espalda. Te dieron un tiro en la nuca Marco.

La mire y instantáneamente toque la parte baja de mi cabeza, en la cual empezó un dolor leve casi invisible.

-Pero... yo estaba vivo, estaba en un mundo donde hasta la locura más grande es real. Había magia y el cielo era de colores. Había una chica y unos hermanos. -Cuando quise recordar sus nombres, los recuerdos empezaron a desvanecer-.

-Hermano, nada de eso fue real, estabas en coma. Es un sueño bastante largo. Y te salvaste por muy poco. -ella tomo mi mano y me miro, ahí cuando mi mundo paro por unos segundos nuevamente. Sus ojos eran verdes.

-Green... -ella me miro confundida, y luego miro por la ventana. - Es mucha información de golpe ¿no? -yo solo afirme con la cabeza- ahora todo estara bien hermanito, lo bueno es que ya despertaste. Y, como tu cumpleaños estabas durmiendo aún, no pude darte tu regalo -se agacho hasta el costado de la cama y me tendió una caja algo pequeña. - Espero recuerdes algo con esto. -Sonrió-

Abrí aquella pequeña caja, habia unas llaves de una motocicleta. Mi caveza empezó a doler y la tome con ambas manos. Recorde nítidamente una juntada con mis amigos de secundaria, Alicia, una chica de cabellos verdes y ojos castaños, pálida y muy animada siempre, Connor y Alex, los gemelos traviesos de la secundaria, ambos capitán y sub capitán del equipo de deportes de la escuela. Mi hermana jugando con nosotros y mi padre junto con mi madre llegando con pizza. En esa juntada, a mis 16 años, yo expresé mi deseo de tener una motocicleta cuando sea mayor.

Mire a mi hermana, la cual se notaba su preocupación, yo solo la abracé y ella correspondió mi abrazó confundida. Hasta el momento no había notado mis lágrimas.

-Hey, Marco, tranquilo. Ya esta bien, estoy aquí. Recordaste algo, ¿no?-asentí con mi cabeza- vamos progresando hermano. Pronto todo será como antes, tranquilo. -empezo a acariciar mi cabellera-. Volveremos a ser felices, tu tranquilo, hakuna matata.







Fin.

Mi mundo, el de Hakuna Matata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora