Un Cafe Para Dos

Orden #3: Coffe Frappe

—¿Donde se supone que estas?

—Estoy saliendo de la reunión ahora, me tomó más de lo esperado. —se escuchaba apurada por el otro lado de la linea, como si estuviese corriendo. —Llego en 15, ve buscando mesa.

—Mas te vale.—cuelga soltando un suspiro— Siempre lo mismo contigo.

Baja unas calles guiandose del mapa en su móvil. Según el aparato debía girar en la próxima esquina, pero daba a un callejón. Mira de nuevo el móvil y luego alguna señal con el nombre de la calle.

—Disculpa, ¿Que buscas?

JaeBin gira encontrándose a un chico mucho mas alto su ella con una sonrisa de coqueto en sus labios. Lo escanea rápidamente, y él por igual con ella.

—Busco el café Sun&Moon. Pero creo que me equivoqué de calle.

—Oh, es bajando esta. —señala el callejón.

Lo mira de nuevo tratando de encontrarle sentido a cómo un café como lo pintaba Ryoko podría encontrarse en un callejón que se veía de todo menos la entrada a siquiera algo.

—¿Estas bromeando? Porque si quieres meterme ahí para aprovecharte de mi dejame decirte que tengo un cúter en mi bolsillo.

El chico la mira incrédulo y luego empieza a reírse a carcajadas de la amenaza. —Nada de eso, es bajando esa calle.

—Eso es un callejón.

—Es pasando el callejón. —se corrige sonriéndole. —¿Vamos? Tambien voy para allá.

Camina delante y unos pasos gira a ver si la chica lo seguía, y lo hacía, no muy segura.

—Soy Wonho por cierto.

—Bien.

—¿No me dirás tu nombre?

—No tengo porqué hacerlo, eres un desconocido.

—Te dire osita.

—¿Perdón?

—Será tu nombre, me gusta así que serás osita. ¿Estudias cerca? —trata de hacer una conversacion, pero solo recibe silencio por parte de la media rubia. —Así tan aburrida no harás que esto progrese.

—No me interesa progresar nada contigo.

—Eso dices ahora.

Pasando el tétrico callejón se encontraba una pequeña tienda con coloridas flores decorando fuera, unas mesas con sillas de madera daban un ambiente mas campesco. Se podia oler el café recién molido y postres desde fuera. Wonho que iba delante le abre la puerta para que pasara primero. JaeBin estaba encantada, dentro era todo decorado con madera, luces colgantes y flores colgaban del enorme techo. Todo era en madera con algunos detalles en metal. Las mesas eran sencillas, lo que mas destacaba era el mostrador que tenía una especie de barra para los clientes al otro extremo de donde se exhibían los dulces de venta que estaban a la vista de todos, con un número debajo y aun lado los nombres.

—¿Aún te parece un lugar de mala muerte?

—Para nada. Gracias por guiarme.

—De nada osita.

JaeBin se sienta en una esquina cerca del ventanal. Una chica se acerca ofreciendole un menú y se retira para que decidiera que ordenar. Su móvil suena y ni se molesta en ver quien llamaba pues sabía quien era por el tono que le habia puesto a esa persona.

—Si me dices que no vendrás te cortare y venderé tus órganos.

—¡Que eres tétrica!

—¿Y bien?