Día dos

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Nota: el capitulo no ha pasado ni por un mínimo proceso de edición y es posible que haya algún error de tipeo, se agradece su compresión y sera arreglado en días futuros. 

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El desayuno como todas las comidas a bordo del sunny fue una experiencia ruidosa y con mucha comida sobre la mesa. El cocinero del barco se quedó en la cocina lavando los platos y comenzando los preparativos para el almuerzo, después de todo debe alimentar al pozo sin fondo de Luffy y al resto de sus nakamas. El resto de los sombrero de paja están repartidos en distintos lugares del barco; Nami y Robin están sentadas en una mesa esperando bebidas frutales que el enamoradizo cocinero prepara, Franky y Usopp se encuentran en el taller del ciborg, Chopper en la enfermería mezclando alguna de sus hierbas para crear una nueva medicina, Brook componiendo nueva música en el nido del águila y Zoro está en la cubierta, descansando bajo la sombra de un árbol.

Luffy está sentado sobre el césped, con la cabeza de Kitetsu descansando sobre su regazo, frente a él esta Shusui hablando animadamente sobre cómo una vez fue la espada de un legendario samurái que fue conocido por matar a un dragón y con Wado peinando su rebelde cabello negro.

– Eso es sorprendente, Shusui – dice Luffy, con ojos brillantes cuando Shusui termina su relato – En Punk Hazard vimos a un dragón pero no era real, fue construido por ese maldito Ceasar.

– Yo corte a ese dragón en Punk hazard – añade Kitetsu, dándose vuelta sobre su espalda para poder mirar hacia arriba a Luffy quien detiene el movimiento de su mano – ¿Fue genial, verdad?

– Fue muy genial – alaba Luffy, golpeando juguetonamente la nariz de Kitetsu y mirando a Shusui – ustedes dos son increíbles y se han vuelto muy fuertes

– Cierto, cierto – concuerda Kitetsu, con una sonrisa de niño presumido mientras mueve su cabeza lastimeramente para que Luffy siga prestándole atención –

– Eso es solo porque Zoro no me ocupo a mí – dice Wado, con una sonrisita burlona hacia sus dos compañeros espadas –

Zoro, gruñe en frustración desde su lugar de descanso bajo la sombra del árbol y mira al grupo frente a él. Se ha mantenido en silencio dejando que esta conversación siga por un rato pero ya no puede soportarlo.

– Los consientes demasiado, Luffy – se queja el cazador de piratas, con los brazos cruzados detrás de su cabeza como apoyo – alabas todo lo que dicen. Kitetsu es una espada maldita, que no dudaría ni un momento en asesinarte si fuera blandida por otro espadachín y Shusui allí no se queda atrás en ser problemática.

Luffy espera una respuesta sarcástica por parte de Kitetsu cuando este se pone de pie, pero el chico simplemente camina rápidamente hasta el segundo piso del sunny donde Robin hace crecer sus flores.

– ¡Fuiste demasiado lejos, Zoro! – Regaña Wado, quien ya no se encuentra cepillando el cabello de Luffy sino frente a Zoro con los brazos cruzados contra su pecho y con una expresión severa en su rostro que podría rivalizar con aquellas que da Nami cuando está enojada– Estas siendo un idiota sin razón alguna.

Luffy revuelve el cabello de Shusui en señal de que no se preocupe antes de ponerse de pie y caminar hasta donde sabe que Kitetsu se encuentra. El chico está sentado, abrazando sus rodillas contra su pecho y mirando hacia el mar.

– ¿Puedo sentarme junto a ti? – pregunta Luffy manteniendo su distancia mientras espera la respuesta del chico –

– Puedes sentarte – dice Kitetsu sin mirarlo. Luffy toma asiento junto a Kitetsu y se mantiene en silencio, esperando que sea el niño de ojos rojos quien hable primero – ¿No vas a decir nada?

Una sonrisa es su espada [Zoro x Luffy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora