Despierto desorientada, mirando a mi alrededor sin reconocer el lugar, estoy en una comoda cama, ante mis ojos se presenta una hermosa habitación, sus paredes son blancas, decoradas con hermosos cuadros, un mueble color pino lleno de libros, una gran ventana con hermosas cortinas, es una habitación encantadora, pero dónde estoy, se pregunta una y otra vez diana.
Diana escucha pasos aproximándose a la habitación, ella se agita nerviosa, un temblor de pánico llena su cuerpo, recuerdos llegan a su mente, cuando un hombre se la llevaba de la manada de lion, ese maldito.
La puerta se abre y un atractivo hombre entra, moreno, alto, muy alto y fuerte, unos ojos hermosos decoran su cara de un color miel, unos labios carnosos, sus facciones son muy varoniles, y un olor , dios, ese olor que enloquece a su loba, manzana y canela, unas ganas desesperadas de saltar sobre ese hermoso macho.
Tobías se aserca a diana, en sus ojos se refleja una gran alegria.
Hola diana, bella, como te sientes?_ Tobías
Diana suspira de placer, sus fosas nasales se dilatan absorbiendo ese exquisito olor, sus pulsaciones se aceleran, Diana no lo entiende, su loba lo reclama como mate, pero eso es imposible pues lion es su mate.
Me siento, no lo se yo... Diana no puede terminar pues su éxitacion es demasiado fuerte.
Mi pequeña diana bella si supieras cuánto tiempo he esperado para tenerte, dios, huelo tu éxitacion, es el mejor olor del mundo. Dice Tobías acercando sus labios para tomar posesión de diana, un beso lleno de pasión y desesperación.
El beso se profundiza y Diana de repente siente un gran ardor en sus labios, le arde tanto que llega a ser demasiado doloroso.
Aaaaah no!, duele, para para. Llora Diana,
Tobías la mira alarmado y comprende lo que le está pasando a su bella mujer.
Diana, déjame arreglar el error que se a cometido contigo, déjame quitar tu dolor y colmar tu vida de placer y felicidad. Dice Tobías
Yo no comprendo, yo no sé. Dice Diana,
Tobías se va desnudando ante la atenta mirada de diana y un reflejo de lujuria se asoma en los ojos de esta.
Tobías ya desnudo en todo su esplendor, se va acercando a diana gateando encima de ella, quitando sus molestas ropas y dejándola totalmente expuesta a sus lujuriosos ojos, unos ojos que brillan de exitacion.
Para, yo no puedo, me duele, me arde. Grita Diana.
Has sido marcada por alguien que no es tu mate, comprendo tu dolor, tu cuerpo me rechaza y tengo que marcarte como mía, así dejaras de sufrir. Dice Tobías
Quién... quién eres?
Soy aquel que quiere curar tus heridas, aquel que te enseñe que la vida vale la pena, quiero enseñarte el verdadero significado del amor, tú y yo, solos, por toda la eternidad. Dice Tobías tomando posesión de sus labios, lamiendo su cuello, pero Diana se desespera queriéndolo apartar, Tobías se ve en la obligación de atar sus manos a la cama para poder poseer lo que por derecho es suyo.
Tobías la ata a la cama y pasa su lengua por el cuello de diana, sus colmillos crecen y muerde su deliciosa carne, Diana se estremece y tiembla, ya no siente dolor, solo placer y mucho.
Tobías lame sus pechos, mordiendo esos hermosos pezones rosados, diana jadea de placer, un placer jamás conocido, Diana se vuelve loca cuando siente a Tobías bajar hasta llegar a su monte, cogiendo entre sus labios el clítoris, chupandolo con gran esmero, mordiendolo sin compasión, diana siente grandes pulsaciones, pulsaciones de gran placer, Tobías sigue y sigue lamiendo como un gran loco desesperado, degustando sus fluidos como si fuera el mejor manjar.
Aaaaah si, sii. Grita Diana a ese desconocido que la guía al mismísimo cielo.
Si mi bella niña dame tu placer, córrete en mi boca. Dice Tobías
Diana grita, aúlla llegando a un orgasmo sin fin.
Tobías se posiciona entre sus piernas y la penetra con violencia una y otra vez sin parar, sintiendo por primera vez el placer de estar con su mate, un placer sin igual, cuerpos sudados y jadeos de placer inundan esas cuatro paredes que forman la habitación siendo pues testigos de esa gran pasión.
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venganza de sangre
WerewolfQuien eres? soy aquel que quiere curar tus heridas, aquel que te enseñe que la vida vale la pena, quiero enseñarte el verdadero significado del amor, tú y yo solos toda la eternidad