Anécdotas reales de niños y adultos,esas que nos divierte y pasan de boca en boca aún al pasar el tiempo.
Esas típicas que cuentan nuestros padres y abuelos para avergonzarnos en las reuniones familiares.
Para reír y compartir. invito a quien quiera...
Una tarde, con mis amigos, "Escape" y nico, pasábamos por un terreno baldío cuando me agarró una descompostura estomacal muy grande.
En ese momento, me agachaba a defecar en algún lado - así sea la calle - o, me hacía encima.
Me decidí a pasar el alambrado del terreno semi abandonado y, entre la basura que la gente tiró, encontré, un envase de telgopor redondo (esos con los que llegan los secarropas nuevos para evitar que se golpeen).
Una hoja de diario... y mis amigos completaron lo que necesitaba para simular un baño portátil. Ellos vigilaban que nadie se acercara y yo me senté a leer la hoja de diario mientras, la naturaleza hacia lo suyo en el inodoro improvisado
Esa hoja cumplió su función perfectamente. No sólo me sirvió para concentrarme y cagar
(Si, dije cagar )
si no que, también, hizo la función de papel higiénico.
Sepan, que reciclar es importante. Ese día, la hoja de diario y el envase de secarropas abandonado, tuvieron un segundo uso, quizá, más importante que el original,
al menos para mi.
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