15.

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Las lágrimas prontamente comenzaron a caer por el rostro de la chica

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Las lágrimas prontamente comenzaron a caer por el rostro de la chica. El hombre a sus espaldas era una de las personas que jamás esperaría ver.

Y que tampoco quería ver.

—Señorita Bae, la esperan en el jurado. ¿Se encuentra bien?— un guardia llegó mirando la escena sin ninguna expresión en su rostro.

—Si me permite, ¿podría darnos cinco minutos?— preguntó aquél hombre con una mirada suplicante.

Sooji estuvo a poco de negar con la cabeza y rechazar la oferta, pero realmente quería hablar con aquella persona. El nudo en su garganta crecía en sobremanera haciendo que su respiración se atascara con facilidad. Se sentía tan debil y pequeña en su presencia. Y lo aborrecía. Parecía que al estar cerca de él, sus sentimientos salían a flote con una intensidad abrumadora.

El comedor se había quedado en total silencio ante la petición de aquél hombre que de seguro le doblaba la edad a la chica. Hyunwoo se mantenía en su lugar observando la escena absorto, sin permitirse parpadear y perder algún momento importante. Por dentro comenzaba a impacientarse.

Él no era un buen hombre, ¿qué planeaba hacer con la chica?

El guardia asintió sin saber mucho lo que estaba ocurriendo y mostró la palma de su mano estirada dando a entender el tiempo que les daba.

—Bae Sooji...— susurró aquél hombre después de unos segundos en silencio. Acercó la mano a la mejilla de la chica haciendo que ésta rechazara el toque corriendo la cara.

—¿Qué se le ofrece?— habló ella con la voz ronca.

La mirada del chico moreno veía la escena con desconfianza. Ese hombre había tenido problemas graves con él y ahora, ¿qué asuntos tenía con Sooji para hablarle de esa manera como si fuera cercano?

—No necesito nada de usted, ni sus lágrimas ni miradas comprensivas.— habló mirando las lágrimas que comenzaban a caer de parte del hombre. —Todo se ha acabado, usted no es más que un desconocido para mi...

—Hija...

—¡No soy su hija! ¡No soy nadie de usted! Más le vale alejarse de mi que tanto he tardado en olvidarle para que se le ocurra volver.— exclamó con una mirada dolida. ─Mató a mi madre y ahora cree que tiene derecho de venir como si nada, cuánta osadía.

El hombre se quedó en silencio mientras que la demás gente veía lo que sucedía murmurando. Hyunwoo retuvo un puño bajo la mesa por si era necesario. Era bien conocido que había terminado en la cárcel por asuntos que no le correspondían, pero odiaba que la gente fuese tratada como basura y nadie se interesara ni un poco.

Sooji limpió bruscamente sus lágrimas sintiendo un fuerte tirón en su brazo. El guardia había regresado para llevársela. La chica no puso resistencia, al contrario.

Todo lo que quería era salir de ahí.

» ❄ «

—Abre la puerta, no me obligues a hacerlo Im.— la antes voz dulce, se había vuelto amarga a los oídos del chico.

Oh, cuán ciego había sido.

El chico suspiró. Se puso la ropa interior y la camiseta lo más rápido que sus heridas le permitieron y abrió la puerta con lentitud hasta mostrarse entero. Sus brazos se tensaron al entrar en contacto con el cuerpo de la muchacha.

—Creí que algo malo te había ocurrido.— susurró ésta contra el pecho de él inhalando con fuerza su varonil aroma.

—Kylie...

—Oh por favor, no digas más. Debemos alistarnos rápido, el juicio será un unas horas, ¿qué esperas?— preguntó ella sonriendo como hacia años no lo hacía.

—Yo no...— se atragantó con sus palabras. Molesto de su inseguridad, se aclaró la garganta obligándose a sí mismo a seguir hablando. —No tenemos por qué seguir con esto.

La extranjera le miró con una sonrisa torcida. Sus ojos oscurecieron haciendo que el aura que la rodeaba se pusiera oscura y extraña. Changkyun no sabía de dónde había sacado tal valentía para decirle aquello.

—¿Disculpa? ¿A que te refieres con esto?— preguntó con molestia.

El chico se mordió un poco la lengua pensando si realmente era sabio decir lo que estaba a punto de decir.

—No es nada, olvidalo cariño.— dijo cariñosamente con una sonrisa en su rostro demacrado.

Su garganta dolía como el infierno. Kylie sonrió con autosuficiencia y le dio la espalda para dirigirse a la habitación que solían compartir. El chico se dejó caer sobre el marco de la puerta mirando hacia arriba con el propósito de no dejar caer las lágrimas.

Aguanta. Aguanta un poco más el dolor. Todo por Sooji.

  » ❄ «  

—...y de este lado está la señorita Sooji con su abogado, Lee Minhyuk.— el juez presentó haciendo que el chico sonriera ampliamente. Sin duda amaba su trabajo. —Pueden tomar su asiento.

El juicio se daba por iniciado. Había centenares de gente desconocida que parecía estar ahí más por el chisme que por alguna otra cosa.

Después de una pequeña reseña proveniente de los abogados de cada lado, el juez exigió un receso en lo que los abogados utilizaron para hablar con sus respectivos clientes.

—¿Crees que todo irá bien?— se limitó a preguntar la chica con las esposas posicionadas incómodamente en sus muñecas.

—Realmente lo espero...— el chico suspiró y se dejó caer en la silla.

Sooji miró al lado contrario de la sala donde se encontraba la pareja desigual. Kylie mantenía aún en su cuello una venda que cubría una herida no tan visible. Corrió los ojos al chico a su lado con la mirada empañada.

Changkyun estaba sentado con la mirada en el suelo, mostrando un gran hematoma en su frente, siendo cubierto por lo que parecía ser, un intento inutil de maquillaje. Su labio se veía roto y estaba segura que debajo de ese precioso traje azul marino se encontraba su pecho lleno de heridas.

Lo sabía porque un pequeño manchón de color violeta se escapaba libremente de su camisa pulcra y blanca. Entornó los ojos tratando de ver más pero el chico se dio la espalda, sin darse cuenta que la mirada persistente de la menor aún estaba clavada en él.

El juez entró de nuevo pidiendo orden en la sala para proseguir con el juicio. Era turno del abogado de la chica interrogar a uno de los del otro equipo. Sin dudarlo, llamó a Changkyun.

Él pareció dudar mientras caminaba hasta la casilla donde tomó asiento mirando al frente tratando de ubicar todos aquellos rostros desconocidos. No sabía cómo es que había tanta gente desconocida. Según Kylie, le ayudaría a ganar el caso, pero él lo único que quería hacer era escapar de su realidad.

—Im Changkyun...— nombró el juez sacándolo de sus pensamientos. El recién nombrado posó su mano sobre el libro sagrado, más conocido como la biblia, frente a él y suspiró audiblemente. —¿Jura decir la verdad, y sólo la verdad en su veredicto?

El castaño sintió el sudor frío correr por su espalda al momento de conectar su mirada con la castaña frente a él.

—Lo juro.







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Mi trabajo aquí ha terminado.
¡Nos vemos después!

BORN TO LOVE ⚊ IM CHANGKYUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora