Alquimistas (ROYED)

Capitulo I

— Así que... ¿Cómo dicen que terminaron así?— Preguntó la Teniente que se encontraba delante de ambos hombres, ambos, con una mirada de fastidio.

— ¿Realmente quiere saberlo?— Preguntó el rubio mirando de soslayo a Mustang que se encontraba a su lado, por igual con una expresión no muy alegre.

— Es fundamental para el informe de la misión— Eso hizo que el rubio la mirara.

— ¡Ya le dijimos que no fue una misión!— Le gritó con su ya característico tono de enojo.

— Nii-San...— Al que se encontraba detrás de ambos, observaba la escena con nerviosismo, más que nada a su hermano, que si bien lo conocía sabía que perdería los estribos en cualquier momento.

— Pero hubo daños causados por ustedes dos, y no debieron hacerlo— La Teniente dedicó una mirada a ambos hombres frente a ella. No estaba impresionada de lo que había pasado.

— ¡Ya le dije que él comenzó!— Gritó Es señalando a Mustang.

— Pero tú seguiste sus provocaciones— Ed guardó silencio ante eso, pues tenía razón—, y usted Coronel, tampoco debió seguir con eso, pudo haber muchos heridos. Debería pensar mejor las cosas y no dejarse llevar por sus impulsos.

Mustang miro a su escolta por unos segundos, pues aunque no quisiera aceptarlo, muy en el fondo de su conciencia sabía que tenía razón, además de que la Teniente tomaba aquellos asuntos más a pecho que él mismo, lo cual... bueno, no lo dejaba en una muy buena posición.

La Teniente soltó un suspiro y volvió a hablar.

— Ahora bien, deberán hacer el informe de la misión... o de lo ocurrido.

— Bien, entonces lo entregaré antes de mediodía— Le respondió Ed listo para retirarse.

— Espera, el informe tendrán que hacerlo ustedes dos— Y esas palabras hicieron que ambos hombres se miraran las caras y luego a la Teniente.

— ¿Hacer el informe juntos?, ¡ni loco pienso hacerlo!

— Ed, no lo mencione pero ya deberían saberlo, también causaron bastantes daños colaterales los cuales deben ser reparados antes de que termine el mes, así que pueden elegir entre hacer el informe o pasar el resto del mes haciendo las reparaciones a Central— Aquellas palabras hicieron que el rubio apretara sus labios y parara sus palabras. Mustang por igual se pensó aquello, así que ambos se dedicaron una mirada de soslayo y soltaron un suspiro—. Haremos el informe.

— Bien, entonces tienen el resto de la mañana para terminarlo, búsquenme en cuanto lo hagan— Y sin decir más, la mujer se retiró del lugar dejando a los tres hombres ycerrando la puerta que anteriormente estaba abierta. Por aquellas horas no había tantas personas en la oficina, por lo cual no estaba de más dejar alguna puerta abierta. Claro, eso sí no estaban haciendo nada fuera de lugar.

El lugar quedo en silencio unos momentos, ninguno de los presentes dijo nada. El mayor de los rubios se dedicó unos instantes a sobar el puente de su nariz y pensar en lo que se había metido. Mustang solamente camino unos pasos hacia el escritorio, entonces Al fue el primero en romper el silencio.

— Puedo ayudarles con el reporte si quieren— Dijo juntando sus dedos y haciendo movimientos con ellos, claramente estaba nervioso, y la situación al igual que el ambiente era algo tenso.

— Eso estaría...

— Gracias Al, pero haremos esto nosotros— Interrumpió Mustang al menor, el cual le miró de mala manera.

— No hay problema, tengo un rato libre antes de ir a comprar algunas cosas para Nii-san— Eso llamó la atención del rubio.

— ¿Qué piensas comprar?