Estaba en mi asiento tomando mi juguito de piña mientras lo veía pasar por la ventana.
Sentí un gran dolor en el pecho cuando recordé ese día que me confesé y sin darme cuenta salí corriendo de allí.
Pegué mi cabeza contra la mesa varias veces diciendome una y otra vez -Imbecil- hasta que una mano se interpuso.
"¿Podrías dejar de hacerlo? Me preocupas" mencionó el mismo chico que se me confesó la otra vez.
"¿Para qué? Si no le importo ni le intereso a nadie" dije quitando su mano de ahí.
"¿Olvidaste lo que te dije? Me gustas" pronunció el otro chico mientras se acercaba a mi lentamente.
"Oh no, espera, wait, ni sabes de mi ni yo de ti" dije alejandome moderadamente, pero cada vez se acercaba más a mi y yo llegué al punto de tocar con mi espalda la pared.
"Eso se puede arreglar con el tiempo, ¿Quieres darme una oportunidad de estar contigo?" dijo a solo centimetros de mi.
"Espera, ese chico es mío, se me declaró, ¿sabías?" se pronunció Jooheon bajo el umbral, mirando al chico que me tenía pegado a la pared.