Estaba en el parque cuando lo vi pasar con una chica agarrada a su brazo. Me sentí tan triste que boté el helado que me estaba tomando al basurero y salí de allí.
Al cabo de unos minutos caminando y pateando piedritas sentí un jalón en mi brazo.
Era él.
Se acercó a mi y estampó sus labios contra los mios, dejandome desconcertado y confuso.
"Me gustas desde que te vi por primera vez, ¿Quieres ser mi novio?" me preguntó al acabar el beso, que por cierto me dejó sin aire.
Escuché sonar el despertador y me quedé un buen rato mirando el techo.
"¿Cuándo dejarás de gustarme tanto, Jooheon?" me dije para mi mismo antes de que mi mamá viniera a traerme el desayuno.