Olly escribe durante los viernes en la tarde. Los lunes al igual que los jueves y los sábados, trabaja en la veterinaria.
Los miércoles ayuda a los abuelos en asilo.
El martes es su descanso y los domingos su inspiración. Bueno, eso es hasta que el...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Sonríe cariño! —me expresa con tanta energía mi madre, mientras me sacaba una foto con mi diploma de graduación. Al lado de ella esta Tay, mi hermano, quien me miraba neutro, sin expresión.
FLASH
Mi madre baja la cámara para acercarse a mí y extiende los brazos.
—¡Estoy tan orgullosa de ti cariño! —me aprieta fuertemente mientras trataba de respirar.
—Felicidades —me dice Tay quien ahora forma una sonrisa y me da palmadas en el hombro.
Mi hermano no es el más cariño y expresivo conmigo, pero algo intenta hacer. Mi madre se separa de mí.
—¿Dónde quieres ir a cenar cariño? ¿Algún restaurante o a una cadena? —veo la emoción de mi madre.
Me quitó el birrete de mi cabeza.
—Me gustaría irme a casa mamá —le digo y de inmediato mi mamá quita su sonrisa. Tay mira a mi madre y luego a mí.
—Podríamos hacer alguna comida en casa —dice Tay para animar a mi madre.
Mi madre lo mira y después a mí.
—Olly mi vida ¿de verdad no quieres nada? —le niego inmediatamente—. ¿De verdad cariño?
Niego nuevamente.
—Déjala mamá, debe estar cansada después de aquella ceremonia aburrida. No creo que Olly tenga muchas ganas de celebrar y menos de comer, después que no puede comer alimentos tan pesados por su estómago —dice Tay a ella.
—Te puedo preparar algo en especial.
Hago una mueca y le sonrió.
—Claro mamá —digo para animarla. La verdad es que no quería nada. Tay tenía razón, estaba muy cansada con esa ceremonia aburrida.
Empezamos a caminar cuando chicas pasaron y me dijeron.
—Adiós Olly —me dice simpáticamente.
Yo las miro y quede como ¿Wft? ¿De dónde las conozco? Pero después me doy cuenta que Tay le estaba sonriendo como un idiota.
Taylor tenía una contextura normal, no era delgado ni fornido, pero si destacaba que mi hermano llamaba la atención por su altura entre las chicas, media un metro ochenta y cinco centímetros. Debo agregar que tiene el cabello color claro ondulado como mi madre.
Que paradójico ¿No? Con mi madre y conmigo mi hermano era la persona más inexpresiva, pero con las mujeres es todo una persona con sentimientos.
Asco.
Al llegar a casa, lo primero que hice fui ir a mi cama, ya que estaba ahora sí muy cansada. Habíamos ido a comprar los tres al supermercado por la cena que mi madre quería hacerme para mi graduación de secundaria.
