Falta editar
Me mire frente al espejo. Ladee la cabeza y me mire de nuevo arriba hacia abajo mi vestimenta. Llevaba en esa posición unos diez minutos.
No creía que podía verme tan mal, porque analice mi oufit. Unas botas color café opaco, un jeans azul marino, una camiseta blanca y una chaqueta delgada de color negro. Podría decir que me veía hasta linda.
Mi mirada viajó hasta mi rostro, mire mis ojos color café y cabello castaño. Pero el grito de mi madre me interrumpió.
—Está mujer que me apresura —me removi del lugar en seguida. Veo a Elvis quien estaba sentado en la silla de mi escritorio. Al lado de él, estaba mi bolso.
Otro grito escuche de Ada mientras me acercaba a mi escritorio.
—¡Olly baja! —al instante tomo mi mochila y acaricio un poco a Elvis, como forma de despedida.
A esta hora estaría en la veterinaria, pero como ahora iba ir a la Universidad, mis horarios cambiaron. De partida, trabajaría los sábados y algunos días de la semana en la tarde en la veterinaria o lo días que me asigne Elliot, según mi horario. Por otro lado, los jueves en la tarde iría para El Ciprés. Agradecí que el viernes no tuviera clases, ese sería mi día de estudio y seguiría siendo para escribir mi novela.
Baje hasta el primer piso, mientras veía y oía a mi madre. Logré escuchar como Ada daba indicaciones a mi hermano para que me cuidara.
—Cuídala Tay, ayúdala si se pierde. Si ella tiene algún problema debes ayudarla, no quiero que la dejes de lado —le dice madre una y otra vez.
Tay me mira cuando llego a su lado y mi madre en seguida sonríe. Esa sonrisa que no me gustaba.
—Te ves tan linda cariño —me dice ella mientras mantenía su sonrisa de estabilidad y alegria—¿Tienes todo?
Le asiento a mi madre.
—¿Te sientes preparada? —me pregunta de pronto Tay mirándome serio. Veo que él pasa su mano por el cabello.
Le asiento a mi hermano.
—¿Ves? ella está bien. No te preocupes mamá —le dice Tay a mi madre por mi reacción.
Ada hace una mueca con su labios por mi reacción y agradecí que sacará esa sonrisa de sus labios. Mi hermano en cambio, se mueve en dirección a la puerta.
Tay toma el pomo y abre la puerta.
—Cuídala por favor —le dice Ada a Tay.
Sigo a mi hermano hacia afuera. Yo igual que él, ignoramos las palabras de mi madre.
Me gire hacia Ada, pude ver su rostro con preocupación y en seguida levante la mano en forma de despida, ni siquiera fue un gesto tierno, fue seco.Devuelvo mi mirada hacia Tay que abría la puerta del piloto, en seguida camine rápidamente para llegar a su auto. Me subo en los asiento de atrás del automóvil.
—¿Estas segura que quieres venirte conmigo? —pregunta Tay girando un poco su rostro para mirarme en su asiento.
Le miro en silencio unos segundos. Sabía a que venía esa pregunta, era porque mi hermano no quería tener a su hermanita pequeña pegada todo el tiempo. Pero también sabía que él sabía mi respuesta, pero agradecí el hecho de que me preguntará al menos.
—Solo por hoy —contestó.
Tay me mira y no me dice nada. Si mirada vuelve hacia el frente, toma sus lentes sol negros y se los pone.
—Pasare a buscar a los gemelos—anuncia Tay para encender el auto.
Ignore aquel anuncio de mi hermano y también trate de ignorar los nervios que empezaban comenzaban a crecer en mi estómago por mi primer día.
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Olly para mejor ©
RomansaOlly escribe durante los viernes en la tarde. Los lunes al igual que los jueves y los sábados, trabaja en la veterinaria. Los miércoles ayuda a los abuelos en asilo. El martes es su descanso y los domingos su inspiración. Bueno, eso es hasta que el...