Capítulo 7

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Resumen. Continuamos en el mismo estilo que el capítulo anterior. Magnus habla sobre su pasado, y Alec llega a un acuerdo con sus padres.

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Después de todo lo que Magnus había dicho, Alec esperaba estar súper caliente cuando se despertó, pero en cambio se estaba muriendo de hambre. Se despertó con el estómago gruñendo y logró abrir los párpados. Magnus todavía estaba dormido junto a él, y Alec se tomó un momento para realmente observarlo, para mirar las líneas de su cuerpo debajo de las sábanas y la apariencia pacífica en su rostro, su cabello revuelto y ojos cerrados sin maquillaje. No se atrevió a tomar una foto en su teléfono, por temor a que su madre se encontrara con ella, pero quería grabar la imagen en su mente.

Sin embargo, antes de que hubiera pasado más de un minuto, su estómago gruñó de nuevo y estaba seguro de que, si no comía pronto, se pondría enfermo. Salió de la cama y encontró una bata de baño que venía con la habitación, luego agarró al menú del servicio de habitaciones porque ciertamente no iría a ninguna parte. Había escuchado a Magnus hablar sobre la comida lo suficiente como para que ordenar por él fuera bastante fácil. Les consiguió a ambos un omelet, un poco de fruta fresca y tostadas francesas.

Venía con café, pero la habitación también tenía su propia cafetera, así que comenzó con eso. Unos minutos más tarde, tomó una taza fresca y vertió un poco de crema y azúcar para calmar su estómago vacío. El olor hizo que Magnus se removiera, entonces Alec le sirvió una taza y luego se metió en la cama con él.

-“Vaya, así es como me gusta despertar”- murmuró Magnus, mientras Alec dejaba la taza sobre la mesita de noche y luego comenzaba a besar la frente y la sien de Magnus. Eso resultó ser un error terrible, porque eso hizo que sus hormonas volvieran a funcionar. Se inclinó para un beso real y tiró de Magnus encima de él, agarrando el culo de la Alfa.

Cuando el beso finalmente se rompió y Magnus se inclinó para prodigar atención a su cuello, de repente recordó la comida- “Oh, mierda”- dijo débilmente- “Pedí servicio a la habitación. Es– ¡ahh! – Estará aquí pronto”

-“Bueno, creo que probablemente podamos sobrevivir haciendo esto relativamente rápido”- dijo Magnus con una sonrisa, apartando las sábanas y arrastrándose por el cuerpo de Alec.

-“Está bien, sí, podemos, oh, Dios mío”- Alec entrelazó una mano en el pelo de Magnus cuando el Alfa bajó sobre él.

No fue tan rápido como para ser enormemente embarazoso, pero ciertamente terminó mucho antes de que llegara el servicio de habitaciones. Comió en un tiempo récord y luego insistió en devolver el favor, dejando que Magnus le enseñara un poco sobre la técnica y no asfixiarse, disfrutando de los ruidos que Magnus hacía y la forma en que su cuerpo se arqueaba ante su toque.

Alec durmió un poco más después de eso, y cuando despertó estaba listo para otra ronda. Afortunadamente, también Magnus, y el Alfa lo folló profundo y lento hasta que Alec estaba temblando, sus manos entrelazadas en el cabello de Magnus mientras lo besaba una y otra vez. Simplemente no podía superar lo increíble que se sentía.

Encontraron una película en la televisión y lograron moverse al sofá, aunque Alec todavía no quería dejar ir a Magnus por más de unos pocos minutos. Simplemente parecía no tener suficiente de la sensación de la piel de Magnus contra la suya, la calidez que se extendía a través de su cuerpo desde cada punto de contacto.

Prendiendo Fuego a la Roca - Setting Fire to StoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora