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"Un sueño"
*Aura en multimedia*
Las grandes puertas doradas, del gran salón fueron abiertas.
Una larga alfombra dorada, se extendía desde la entrada, hasta la otra punta del gran salón. Las paredes eran de un tono blanco hueso, suave y discreto a la vez. Habían grandes columnas plateadas que formaban preciosos arcos de cerámica , que sostenían estatuas de la Lurna madre, Aurora. Cada columna tenía un camino de delicadas guías doradas con flores de oro y diamantes.
En medio de las columnas, enormes ventanales de vidrio que se extendían desde el piso, hasta el inicio del techo; dejaban al desnudo el hermoso cielo estrellado de la noche.
El salón estaba vacío, a excepción de dos sillones de madera negra, acolchonados con un delicado bordado blanco de flores, ubicados en el centro de la habitación. Todo el cuarto era iluminado por cuatro enormes arañas de vidrio que colgaban del techo.
En uno de los sillones estaba sentada Aurora, tan bella y agraciada como solo ella puede ser. Vestía un hermoso vestido blanco largo de encaje, con detalles plateados en las orillas de la falda, mangas largas y si un escote a la vista. Llevaba el cabello blanco recogido en una trenza, y mechones rebeldes se escapaban de su lugar cayendo por las delicadas facciones de su rostro sin maquillaje.
Helios y Selene estaban sentados frente a ella. Vestían de manera similar, pantalones blancos y una camisa plateada; con excepción de Selene, las mangas de su camisa le llegaban a los codos y la tela se ajustaba a su delgada figura. La de Helios era mas floja y de mangas cortas.
En medio de ellos, sobre una pequeña mesa del mismo estilo a los sillones, había una cajita dorada con una flor de cristales boritos tallada en la tapa.
La curiosidad por saber la razón de mi llamado fue tan notoria, que sentí como mi piel se calentaba, ya no era nada raro. Mi piel comenzaba a irradiar un tenue color rojo cuando me ponía nerviosa, triste o enojada; había sido así desde mi nacimiento, a todas las Lurnas nos pasaba.
Cuando estuve a pocos metros de ellos, me incliné respetuosamente en saludo. Mis tres acompañantes respondieron con un leve asentimiento de cabeza.
-Acércate por favor, Aura.- La hermana de Aurora, Selene, extendió su mano en mi dirección indicándome que la tomara. Lo hice. Me indico que me arrodillara frente a la mesita y obedecí.
No me dí cuenta en que momento había comenzado a temblar, hasta que la suave voz de Aurora se dirigió a mi:
-No tienes porqué estar asustada, Aura. No has hecho nada malo.- Su comentario fue como un calmante, de inmediato sentí mi color volver a la normalidad.
-Ábrelo- me pidió, inmediatamente entendí que se refería a la caja. Con sumo cuidado, acaricié la flor con las yemas de los dedos y la abrí. De inmediato, la confusión bañó mi rostro al no ver nada dentro. -Por eso estás aquí.- la voz de Aurora llamó mi atención, haciendo que fijara mis ojos sobre ella. -Ya es momento de que lo busques.
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Aurora [SIN EDITAR]
FantasyBella, sensible, pacífica y a veces... chispeante. Con una misión especial en la tierra. Experimentar el amor.