Wariam musical

II

Narra Ana:

No puedo dejar de mirarla embobada. Qué arte tiene. Y encima me está cantando. Me está mirando directamente a los ojos y me dice "corre y bésame". Si supieras que me muero por hacerlo...pero no puede ser. Esto que está pasando en mi cabeza no es real. Tengo que irme de aquí ya.

Narra Miriam:

– Ana, ¿dónde vas? - Me da un beso en la mejilla y se va deprisa-.

– Tengo que ir al servicio. Luego te veo.

– Pero...

Mi cara ahora mismo debe ser un poema. Creo que no ha sido buena idea cantarle esta canción. ¿La habré agobiado? Tengo la cabeza hecha un lío...Ahora sí que no se qué hacer. No quiero agobiar a Ana por algo que ni siquiera yo se qué es, no quiero perderla como amiga por meter la pata con ella.

Decido quedarme un rato más aquí aprovechando que el resto de mis compañeros están entretenidos para intentar reflexionar sobre lo que ha pasado. No puedo arriesgarme a estar aquí incómoda, pensando más en Ana que en lo que realmente me ha traído aquí. He venido a aprender, a ser una esponja, y no puedo permitirme distraerme con estas cosas. Decido ser fuerte, voy a salir ahí y actuar como si nada de esto pasase. Ya está. Amigas. Compañeras. Nada más.

Narra Ana:

"¡Pero qué coño te pasa Ana!" Pienso mientras me voy corriendo de la clase de los Javis. "Esto no puede estar pasando". Entro a uno de los baños, necesito estar sola por un rato. Estoy asustada por cómo me ha hecho sentir Miriam.

Su mirada era dulce e intensa a la vez, se lo que quería decirme con esa canción y yo no se qué hacer, porque le repetiría sus palabras una por una. Pero no puedo hacer eso. Queda mucho concurso por delante y esto puede ser perjudicial para las dos, y está el mundo de ahí afuera, está Javi...

Aunque también es cierto que esto puede acabar la semana que viene, nunca se sabe quién va a salir nominado. Creo que la cabeza me va a explotar. Ahogo un grito en mis manos e intento respirar despacio. Piensa, Ana, piensa. Al final sabes que esto solo pasa una vez en la vida...Sí, eso es, una vez en la vida. Pues debería disfrutar al máximo de la experiencia y después ya pensaré cómo explicarlo todo fuera. Debería hacerlo, seguir el consejo de Ricky y tirar pa'lante. Deberíamos hacerlo las dos. Lo hacemos. Lo hacemos y ya vemos.

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La fiesta de esta noche es el momento ideal para hablar con Miriam. Al fin y al cabo la dejé ahí plantada después de abrirse con esa canción y algo me dice que a la leona no le sientan bien ese tipo de cosas. Cojo un par de cervezas y voy hacia ella, que está hablando en las escaleras con Roi y Cepeda.

– ¡Chicos! Hagánme un hueco. Toma Miri.

Le doy a Miriam la cerveza, que me mira sin más.

– Oye Ana, a mi también puedes hacerme de camarera eh – dijo Roi-.

– Eso eso, nosotros también queremos – secundó Cepeda-.

– Ustedes ya van servidos me parece, ja, ja – repliqué-.

– Cepeda, enséñame tu super baile, que tenemos que marcarnos una actuación estelar aquí.

– Lo primero es quitarse la camiseta y marcar pectoral.

– Bueno neno, no te flipes – dijo Miriam mientras los dos chicos se iban a bailar-.

– Miri, quería hablar contigo sobre lo de antes.