Mundo en rosa

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Había pasado una semana desde que salí del hospital, fueron unos días horribles. Siempre me aguanto las ganas de usar el baño lo más que pueda, los pies no paran de dolerme, he aprendido a dominar los tacones mucho mejor que otras chicas, siempre tengo que usar vestido y desde la cirugía mi madre empezó a darme estrógeno.

Me levanté de mi cama, vi todo a mi alrededor, mi habitación rosa, me mire los pies, pies con un esmalte color rojo por ¡¡¡CULPA DE MI MAMÁ!!! Puse la mano sobre mi pecho, afortunadamente no me había salido todavía, pero me dolía y por lo que busque es una mala señal. 

Salí de mi cuarto, baje las escaleras vi a Charlotte con una amiga «Hay visita en casa, ¿Que hora es?» pensé, fui a la cocina y mi madre estaba ahí.

 —Estas no son horas de que una señorita se levante— Volteo su cabeza para verme completamente y me estaba analizando— Ni de que se vista así. Sube a cambiarte, yo no escogeré tu ropa hoy, ya deberías tener suficiente experiencia para saber qué ponerte— Lo dijo con una mirada de monstruo, que lo único que pude hacer fue subir. 

Vi en el armario, me fije en una vestido rosa con un bordado de flor, escogí ese, me puse unas medias blancas y unos zapatos con una tacon de 3 centímetros color beige, porque son los más bajos que tengo. Baje con mucho miedo.

Mi mamá estaba justo enfrente de las escaleras, extendió sus brazos y me abrazo.

—Mi pequeña Mika— Decía mi madre mientras no paraba de abrazarme —Te estás volviendo una mujer preciosa, y estaré muy orgullosa de ti—

Continúe hacia la cocina para desayunar y servirme un plato de cereal. En ese momento entró Marlen prácticamente gritando de alegría.

—¡Lo conseguí!— Dijo Marlen gritando, prácticamente todos en la casa volteamos a verla. —Me dieron un trabajo como modelo— Lo dijo tan feliz que casi me alegra. Casi.

Justo después de un momento entró Jazmín con ella. Empezó a caminar lentamente hacia mí. —Ve a mi cuarto— Dijo entre susurros 


Después de terminar mi cereal fui a su cuarto.

—Mika, no te lo dijeron pero la presentación de Ballet se retrasó por ti, están esperando a que te recuperes para continuar— Dijo Jazmín

—¡Que! Retrasaron todo ¿Por que?—

—A la profesora le parecía un desperdicio el que no estuvieras, realmente cree que te necesita— Dijo Jazmín con una cara algo apenada, después yo me senté en su cama. —Mika, mamá no lo sabe, le dije que fue durante el tiempo que estuviste internado, te digo esto porque se que Jade está contigo en la escuela— Después de esas palabras salí de su cuarto y me dirijo al suyo tenía muchas cosas en las que pensar. 


El día siguiente era lunes, ya llevaba un rato sin ir a la escuela, vi mi salón me acosté, realmente si me moría no podía importarme, casi hasta lo deseaba. De repente algo me agarra desde atrás.

—Mika ¡¡¡Estas bien!!! ¿por qué no te has comunicado?— Esa era indiscutiblemente Jade 

—No se si lo supiste pero estuve en el hospital—

—Eso ya lo se, Jazmin me lo dijo en un ensayo, ¿por cierto cuando vuelves?—

—Eh...— No sabía muy bien que responder, Jazmin me había dado una salida, pero me sentía mal por ellas.

—Yo y las chicas nos esforzamos mucho por retrasar la función—

—¡¿Que?!—

—Eras la chica con más talento y apasionada que hemos visto y se nota que realmente te gusta—Esa era una respuesta que realmente no me esperaba ¿realmente me gusta? —No podíamos dejar que por una tonta enfermedad te quedaras fuera— ¿me gusta? ¡No! eso es de chicas. 

—Además, a pesar del poco tiempo que has estado, eres la mejor de nosotras— Dijo Jade terminando con una sonrisa

En ese momento llegó el profesor y se fue a su asiento.

Al final del día, vi a Jade y le dije, —Nos vemos en el ensayo— Y me fui corriendo.

¡¡¡NO SOY UNA CHICA!!! (Cancelada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora