Chaqueta De Mezclilla

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- Siempre he pensado en Tulancingo como una grandiosa ciudad para vivir, grandes y maravillosas cosas que tiene... ¡Hay tantos caminos por explorar! - les dije a Mariana y Adrián para convencerlos de seguir el camino del río lo mas lejos que pudieramos llegar - asi que ¿Listos para explorar un nuevo camino?

- ¿Es seguro a donde vamos? - me preguntó Adrián, siempre tiene un poco de miedo por mis ideas un tanto descabelladas - Recuerda que la otra vez terminé debajo de escombros -

- Si, es seguro. Sólo es un rio, mientras no intetemos bajar a lo estúpido todo saldrá bien - le respondí para calmarlo un poco, a veces parece una nena que se preocupa por todo - Pero tienes que admitir que la última vez la casa abandonada era épica y encontramos ese grandioso cráneo de cocodrilo -

- Yo me apunto, tengo ganas de lanzarte al río - dijo Mariana mientras sonreía.

- Bueno, entonces comencemos nos queda un largo camino delante - les dije a Mariana y Adrián mientras comenzaba a caminar.

El río no estaba muy lejos de nuestra escuela, sin embargo decidimos comenzar desde "el cruze".

En la colonia Estrella habia una sección donde dos los dos rios se cruzaba y seguían su camino unidos, uno venía por el este y es el que pasaba por nuestra escuela (el cual habíamos pensado recorrer) el otro venía del sur y pasaba por el Sendero.

El camino cerca del cruze no era nada fuera de lo común, un jardín de una orilla con un pequeño parque y antes de llegar al primer puente había un enorme árbol, ese si era digno de admirar. Nuestra profesora de ecología nos había dicho que en la ciudad solo había tres árboles de esos y, además que tenían más de 100 años de antiguedad.

Al cruzar el primer puente que nos encontramos seguimos por la misma orilla, donde no había nada intersante mas que una simple calle y asi fue hasta que llegamos el quinto puente, pasando ese puente, el río ya no estaba recubierto de cemento, era el este en su forma natural y lo que del otro lado era una banqueta en este lado era solo un sendero de tierra muy poco definido.

- Creo que esto no va siendo una verdadera aventura - dijo Mariana - ¿Y si mejor nos regresamos y vamos a comer algo? -

- Cierto, es lo mas aburrido que hemos hecho - dijo Adrián apoyando la idea de Mariana.

- ¿Enserio se dan por vencidos tan fácil? Apenas va empezando lo interesante y ya quieren irse - les dije intentando que siguieramos, tenía fe de que algo sorprendente e intersante encontrariamos mas adelante.

- Si no encontramos nada más intersante te lanzó al río y no estoy bromenado - dijo Mariana poniendo ojos un tanto amenzantes, confió realmente en mi sentido de aventura que si haya algo que valga la pena pues ella realmente hablaba enserio y no dudo que lo haga.

- Y después de que ella te lanze te tocará pagar la comida - me dijo Adrián intentando sonar amenzante como Mariana, sin embargo no es lo suyo.

- Mariana cuenta como vas con Roman - le dije para disipar un tanto la tensión.

Ella contó toda su historia que es como un enorme polígono amoroso, donde a ella le gustan como 7 chicos y un montón de cosas mas a las que no preste demasiada atención.

Me pregunto ¿Por qué las historias de amor para las mujeres son tan complicadas? Cada vez que escucho cuando entre ellas se cuentan sus historias es como escuchar guiones de telenovelas potenciales, y aunque las mayoria de las historias se pueden resumir en algo como que a la chica le gusta un chico pero a ese chico le gusta otra chica o ya tiene novia, ellas hacen una tormenta en un vaso.

Continuamos caminando por un buen rato hasta que vimos otro puente, pense que desde que el recubrimiento de cemento desaparecía no habría mas puentes, pero bueno era obvio que no tenía razón, lo curioso es que el puente estaba diseñado para vehículos pesados y pues por esta zona no hay casi nada de casas, y poco mas que una enorme área verde.

Sobre Mi CiudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora