Extra #2

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-¿Sesión de estudio?-Verónica observaba a su mejor amiga guardar sus libros en el casillero.

-Eso mismo, Vero-Camila respondió rodando los ojos.

Estaban en pleno pasillo, era la última hora de clase. Verónica intentaba convencer a su mejor amiga que la acompañara a su casa esta tarde. Camila se había negado, en este mes matemática comenzaba a dificultarse y, a pesar de ser inteligente, quería quedarse unas horas en la biblioteca repasando las clases de la semana. La latina quería tener una noche de películas, pero la castaña insistía en tomar la tarde para los estudios.

-¿Y en donde piensas estudiar?-la chica de ojos miel hizo un mohín.

-En la biblioteca, Vero-al ver los ojos confundidos de su amiga le sonrió divertida. - Sí no sabes, es una habitación con estanterías y mesas en donde hay una gran cantidad de libros...

Verónica la detuvo, alzando la mano frente el rostro de la castaña, torciendo la boca un poco ofendida.

-Se lo que es una biblioteca, Mila-bufó al escuchar la risa de la castaña.

-¿Entonces?

-Me refería ¿No podrías estudiar en mi casa? Es lo mismo-la latina alzó los brazos.

Camila negó suavemente con la cabeza, colgándose la mochila del hombro.

-No podría concentrarme.

-¿Y porque?

-¿Tú me dejarías estudiar en completo silencio y sin hablarme una sola vez en toda la tarde?-le dijo alzando una ceja, Verónica mantuvo la boca cerrada.-¿Ves? Prefiero ir a la biblioteca.

Verónica aceptó a regañadientes, alegando que aquella tarde planeaba comer un gran razón de helado de fresa y galletas, sin ella. (Es lo que yo estoy comiendo ahorita, sienta celos)

La castaña sintió una lagrima caer, ella también quería helado y galleta, pero a duras penas acepto su destino y fue pesadamente esa tarde a la biblioteca. Planeaba vengarse de Verónica Iglesias, tal vez encerrándola en su baño mientras Camila comía una caja entera de pizza al lado de la puerta.

Sonrió, más animada por su malvado plan. Esperaba pasar unas horas tranquilas, en estos días no muchas personas acudían a la biblioteca así que estaría prácticamente sola (Y con la bibliotecaria, pero a quien le importa) Al llegar a la entrada sintió que su corazón le subía a la garganta, como un acto reflejo se ocultó detrás de la puerta, respirando rápido.

Cuando ya estaba levemente calmada, aspiró profundo y asomó la cabeza para observar nuevamente. En unas mesas más lejos estaba Lauren Jauregui, de espaldas, pero Camila podía reconocerla. Por su cabello, el de la ojiverde era más oscuro que el de ella, también por la ropa que llevaba ese día, unos jeans blancos y un jersey. Se preguntaba en qué momento le había tomado importancia a lo que vestía Lauren, y eso que solo la había visto una vez en el día.

Rivales (Camren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora