Fénix Magic School :Los origenes |Las Eras de Bronce|

Prólogo

Genova

Cerré el libro de golpe.

- Este libro se volvió aburrido con el paso de las paginas - Masculle algo enojada - Era obvio que Nathaniel se quedaría con Anne. Ni siquiera un final conmovedor.

- No se que le ves de interesante un libro viejo que agarraste de la biblioteca - Cuestiono Giselle.

- Ni siquiera sabes de que se trata, deja de juzgar a un libro por su portada. Lady Giselle - Dije en tono burlón, ella en respuesta dio un suspiro agotador, no le gustaba lo que hacíamos, nunca le gusto.

-Mejor vamos al desayunar, antes que la Señora Walker nos recrimine por llegar tarde -Dicho eso ella se levanto, para dirigirse a la puerta de la biblioteca.

Me levante segundos después fui junto a ella y nos encaminamos hacia el comedor. Un recorrido largo, o así lo había notado yo. Cuando por fin llegamos la gran mayoría de compañeros estaba comiendo, y nosotras eramos las ultimas en entrar. Fuimos a servirnos nuestras respectivas comidas de la tarde y nos sentamos en una mesa junto a algunos amigos de ella, obviamente yo, no hablaba con ninguno de ellos.

Cuando en ese instante, apareció la Señora Walker. Todas las conversaciones que se habían establecido en las mesas ahora estaban silenciosas.

La Señora Walker era una persona muy generosa, aunque sus actitudes hacia nosotros siempre fueron algo frías, ella nos cuidaba como a una madre. Era una persona que siempre vestía de acuerdo a cada evento, y muy bien. Tenia unos ojos que podía paralizar a cualquiera que la mirase fijamente, su pelo ondulado estaba atado en un moño casi perfecto, sin ninguna imperfección. Aún parecía una mujer joven, aunque se le notaban las canas.

- Hola a todos, y muy buenas tardes. Como ya sabrán, hoy es un día muy especial, para todos ustedes. Hoy seis de ustedes serán privilegiados para ir a la primera expedición en grupos con otro internado, esto significa que si salen victoriosos, se les sera recompensados y si pierden... Seran expulsados, y no habra vuelta atras - Sonrío maliciosamente - Y los elegidos para la expedición... Katherine, Giselle, Tayler, Thomas, Leandro y ... Genova.

Rhaenys

Estabamos todos reunidos en el comedor, nos habían mandando reunirnos allí pero el señor Zackar parecía no llegar nunca, así que los murmullos eran fuertes en la sala, rebotando en los pilares hasta llegar al techo.

Todos en mi mesa charlaban, preguntándose que sería lo que anunciarían, perfectamente sabía que el Señor Zackar, era un hombre algo estricto, pero que siempre se podía charlar con él, era un hombre agradable e inteligente a pesar de su avanzada edad y las arrugas que adornaban su cara, haciendo que pareciera estar amargado cada minuto. Siempre le gustaba mantener las intrigas, decía que eso ejercitaba la mente.

El Señor Zackar entró en la sala, junto con otros, que comenzaron a repartir la comida por las mesas, cuando todos estábamos comiendo, Zackar comenzó a hablar.

- Buenos días jóvenes, hoy, quiero anunciarles que participarán en la primera expedición en compañía de otro internado. Tan solo seis personas serán los afortunados de ir. De estos seis, si la expedición resulta victoriosa seréis recompensado, y si pierden, serán expulsados. - En ese momento toda la sala enmudeció completamente, se podían escuchar los corazones de todos los alumnos latir al unísono. - Esos afortunados són. - Sacó una pequeña lista del bolsillo de su americana. - Elizabeth, Alexander, Theodosia, Neoma, Máximus y... Rhaenys. - Casi escupó la comida que masticaba.

Genova

Se me formo un nudo en la garganta, realmente no podía creer lo que estaba escuchando. ¿Ir yo a la primera misión del internado? Parpadeo varias veces intentando pensar que esto es mentira, pero no todo sigue igual.

-Felicidades a todos ustedes -Enorgulleció La Señora - Seréis avisados con tiempo, así que preparaos, que vuestro premio os esta esperando.

Dicho eso se retiraba mientras que sus tacones hacían eco en la sala, donde todos estaban en muto. Me quede boquiabierta, no sabia como reaccionar, todo estaba siendo tan confuso, mientras yo pensaba en la expedición los demás ya habían terminado.Me giro rápidamente y veo a mi alrededor solo los pocos compañeros que terminaban de comer.

¿Tanto tiempo había pasado?

Me levanto sin llamar la atención,tenia que prepararme para la expedición a la que iría,mas feliz no podía estar.Fui hasta lo pasillos que me llevaban hacía el centro de entrenamiento, no podía creer lo que me pasaba, ¿yo estaba en la primera expedición? , Era tan wow, no sabia como reaccionar, mis padres cuando se enteraran de esto me vendrían a buscar, aunque realmente, descarto esa posibilidad.

Cuando llego a mi destino, observo la cantidad de internados que hay, todos con sus Sulidan, bueno casi todos, yo era la excepción, aun no lo tenia.

Voy hacia el cambiador de mujeres, me visto con mi traje de entrenamiento, que a la mayoría de mujeres le molesta porque parece de hombre, pero a mi no. Camino hacia una zona donde estén esperando oponente de practica, me acerco, y tomo una espada que esta al lado.

-Miren a quien tenemos acá,ni mas ni menos que Genova -Murmuro el chico que seria mi oponente.

-Tayler, no te hagas el gracioso, sabes que iremos a la misma expedición, no te preocupes por mi, yo estaré en perfecto estado -Digo sonriendo y acomodando me para luchar.

Él se acomoda para luchar, esto estará demasiado interesante, digo yo.

Rhaenys

No podía creerlo, yo no podía ser una de las seleccionadas para la primera misión. Habían demasiados alumnos para ser yo una de ellos. Un error, y sería expulsada, no podía permitirme un error, seguía sin tragarlo. Hacía rato que habíamos abandonado el comedor, y estaba en mi cuarto, se suponía que debía cambiar mi ropa, al traje de entrenamiento, pero no estaba de humor para ir a entrenar, a menos que me desahogara con aquellos sacos.

Picaron a la puerta, con aquel modo bruto que conocía tan bien.- ¡Rhaenys, sal de hay ya, no puedes tardar tanto en cambiarte! - Reconocí la voz de mi hermana.

-¡Voy, voy!- Respondí a gritos, comenzando a cambiarme a toda prisa.- ¡Espera un momento!

-¡Esperé 9 meses por ti con mamá! ¡Date prisa!- Exclamó.

Acabé de cambiarme y abrí la puerta para encontrarme con ella, Visenya, con sus ojos rojizos mezclados con el morado y su cabello plateado recogido en una coleta baja que caía por su hombro.

-Vamos.- Dije, ajustándome la camisa, que me había puesto mal por las prisas.

Comenzamos a avanzar por el pasillo, dejando, como de costumbre, que ella hablara mientras yo callaba.

Finalmente, llegamos al gran edificio que hacia de sala de entrenamiento, en su interior, habían muchos estudiantes entrenando con sus espadas de esgrimas y otros con mandobles de madera, mientras que al fondo estaban los sacos de paja cubiertos por una capa de cuero que hacían de saco de boxeo, para entrenar cuerpo a cuerpo, cosa que se me daba bien, a parte de la esgrima. 

- Además, la amenaza de expulsaros probablemente sea mentira, una amenaza para que deis lo mejor de vosotros y no lo dejéis pasar. Y lo harás bien, siempre lo haces.- Me sonrío Visenya.