|Capítulo 2|

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Rhaenys P.O.V

Llegamos a la zona de entrenamiento, y Visenya se puso frente a mi, habíamos caminado todo el rato en silencio, al menos por mi parte, ella hablaba por los codos.

-Además, ¡No te preocupes!- Exclamó, asustándome y haciéndome retroceder, ya que yo había estado en mi mundo.- ¡Seguro que era una amenaza falsa! No pueden expulsar a un alumno tan solo por ello, y si fallas, siempre puedes hacerle la pelota al profesor.- Me guiño un ojo, y yo la miré con incomodidad en los ojos.

-No creo, además no voy a hacerle la pelota a nadie.- Aseguré, dirigiéndome al vestuario, mientras ella me seguía.

-¡Rhaenys, no seas tan seria, hombre! - Se puso frente a mi, deteniéndome. - ¡Tienes 19 años, disfrútalo! 

-Tampoco hay tanta diferencia, tienes 21 años. - Pase por su lado y entre al vestuario, comenzando-me a poner el traje de entrenamiento.

-Si tu supieras lo que yo hacia con 19 años.- Río, mientras se cambiaba a mis espaldas.

-Lo sé, Visenya, hermana mía, era yo la que te salvaba de los apuros con los profesores.- Me puse la camisa y guardé el vestido que llevaba antes.

-Ah, si, cierto.- Soltó una risita. 

Salí del cuarto sola, ella no había terminado y me acerqué a la zona de tiro con arco, agarré el arco y el carcaj, al instante comencé a practicar, a disparar a la diana, con aciertos y fallos, con flechas rebotando en la diana ya que no las había tensado suficiente.

-Vaya, vaya, la pequeña Rhaenys.- Me giré y miré aquellos cabellos pelirrojos que conocía tan bien, Máximus, uno de los que me acompañaría en la misión. - A tiro con arco no ganaras la expedición.

Aparté la diana de mi mira y apunte con la flecha a la garganta de Máximus.- Pero a tiro con arco puedo atravesarte la garganta. 

-Rhaenys no te alteres.- Alargó la frase Visenya, apareciendo detrás de él. 

Suspiré y volvía mi practica. 

-Pero tiene razón, si quieres ganar, tienes que practicar la esgrima. - Dijo ella, tocándome el hombro tensó por la cuerda y retrocedió cuando disparé la flecha. 

-Muy bien. 

Nos dirigimos a la zona de combate y agarramos las espadas de esgrima. 

Mi hermana se puso a un lado, como juez y Máximus frente a mí preparado para atacar.

Comenzamos a luchar, uniéndonos y separándonos por cada envestida con la espada, continuamos luchando, de forma reñida. Hasta que él, aprovecho para patear mi estomago, y yo le agarré del pescuezo y apunté con la espada, dónde tenía su corazón. 

Genova P.O.V

Después del incomodo momento que no podía llegar a entender del todo, regrese a mi cuarto.
Mañana sería el gran día, por el cual trabaje bastante o eso creo, espero no fallar.

Me senté en mi cama, di un suspiro agotador, realmente había entrenado mucho e intentado hacer algunas estrategias de lo que haría, y por primera vez, en muchos años nos dejarían ir al mundo humano. Donde según las historias que había leído, era un mundo de maravillas, tiendas por aquí y por allá, gente cantando o vendiendo accesorios. Según como lo escribían los cuentos, el mundo que habitaban los humanos, era un paisaje donde se desearía vivir.

Humanos.

Parecía extraño llamarlos así, ellos tienen un ciclo de vida muy corto comparado al nuestro. Y lo que realmente es muy admirable es que ellos aprovechan al máximo su vida, pero le temen mucho a la muerte. Si realmente supieran que no es un mito y es la mas simple realidad, la muerte existe, y aunque jamás la allá visto en persona, recuerdo que una vez la Señora Walker nos contó que la vio en persona. No nos dio más detalles del asunto, pero es un dato que siempre recordare. En fin...

Mañana era el momento en que tenía mi oportunidad de triunfar, no importa las posibilidades de perder, igualmente lo haría.
Mañana, era el comienzo de la cacería,mi primera cacería.

Me acosté en mi cama, y apague la única vela prendida en mi dormitorio.

Mañana, todo iba a cambiar.
Seguido de eso, caí en un profundo sueño.

Rhaenys P.O.V

Aquella batalla ganada, pero eso no ganaba la guerra y mucho menos la guerra que debía batallar.

¿El mundo humano?

Esa raza tan solo sabe destruir y derribar, los hombres quieren dominar todo, inclusive a personas de su misma raza, debido a esto tienen a grupos de personas esclavizadas. Los ángeles de la guarda renunciaron a su labor y por ello ahora tan solo protegen a las almas puras que nacen en los dos mundos.

Los humanos nunca alcanzaron el poder de la magia por varias razones, son cobardes, ninguno sabe realmente lo que es luchar, porque para luchar se necesita un objetivo y ninguno de ellos tiene cualquier objetivo más que obtener y destruir, los dos objetivos más primitivos existentes. Son una vergüenza, tan solo ven lo que tienen frente a ellos, por eso jamás podrán usar magia o obtener un lazo tan bonito como se puede tener en nuestro mundo.

Odian todo a su alrededor y realmente lo único que logran sentir es miedo, están aterrorizados de las demás razas, de que al ser más poderosas les lleven a la extinción y por ello, antes de aprender de como funcionaba este mundo, variaron el mundo para acomodarse ellos, antes de aprender como variar ellos para adaptarse al mundo.

Suspiré y me dejé caer sobre el suelo, Visenya me acababa de explicar cual era el destino de aquella misión y sentí el pánico de ir a aquel mundo de cobardes. 

Sentí un ardor recorrer mi brazo, ¿De nuevo? Bajé la manga de mi vestido, dejando a la vista mi hombro, dónde una cicatriz circular con la forma de un dragón marcaban mi piel. Aquella marca que marcaba a la gente de mi familia, todos pensaban que nacíamos con esta, pero no era así, nos la hacían cuando recién cumplíamos los 6 meses, con un hierro con esa misma forma, un hierro cubierto de agua bendita, el único material capaz de hacer arder a cualquier demonio.

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⏰ Última actualización: Aug 28, 2018 ⏰

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