I SHOULD HATE YOU. ✧ CAMREN

Razón número 10: Última vez.

Pero más odio que no te pueda odiar,
aunque estés tan loca,
ni siquiera un poco,
lo he de intentar

Si dijera que estar en el salón en donde Camila está no era incómodo, estaría mintiendo. Aquello era más incómodo que cuando estás apunto de tener un orgasmo y te interrumpen. Y si, eso era jodidamente incómodo.

Resulta que los poemas debían de darse el día de ayer. Pero yo fui la excepción.

Trate de sentarme lo más lejos posible de las primeras filas y al parecer logré ocultarme de Camila, quién llegó rodeada de sus amigos. Uno de ellos me logro ver, me regalo una sonrisa e hizo la seña de "me mantendré callado". Le articule un gracias y mire al frente.

Después de unos diez minutos el profesor entró. Llevaba un traje , era alto y moreno, parecía tener entre unos treinta años.

—Buenas, jóvenes.— Su voz era ronca y muy gruesa.— Hoy tenemos a una nueva compañera aquí con nosotros y le pido que pase al frente, se presente y lea su poema.— Pude ver a Camila mirar a los lados y fruncir el ceño, ella nunca miro atrás como si supusiera que la chica nueva estaba al frente. Yo me quedé paralizada y el maestro se sentó en su escritorio esperando a la "nueva compañera".

Me levanté y tome mi libreta en dónde había escrito el poema. No pase cerca de Camila. Pero ella me miraba asombrada desde su lugar.

Me pare al frente y empecé:

—Mi nombre es Lauren Jauregui.— Todos me veían en silencio, unos cuantos chicos me sonreían y uno que otro susurraba cosas como: Preciosa, hermosa y esa clase de cosas a las que ya estaba acostumbrada escuchar cuando entraba a algún lugar.— Mi poema se llama "10 cosas que odio de ti" ,uhm.

—Puedes empezar.— Escuche que el maestro diga, lo mire y me regalo una sonrisa marcando un hoyuelo en una de sus mejillas. Le sonreí y empeze a leer.

—Odio cuando me hablas— Inmediatamente se me vino a la mente cuando Camila me decía algún comentario que yo no soportaba o me hacía halagos y sus amigos se reían con ella.

—Preciosa.— Escuche que Camila me llamaba y rodé los ojos, odiaba cuando me hacían esa clase de comentarios. Nunca me sentía incómoda. Pero odiaba que ella me hablará de esa forma, porque me hacía sentir cosas extrañas.

—Y tu forma de conducir— Recordé el baile de primavera, donde todo empezó.

—Que idiota eres, Cabello.— grité mientras mientras nos encaminabamos de regreso a mi casa. Está mujer conducía como una maldita borracha estando sobria.

—Odio tu corte de cabello— Recordé cuando todas las chicas la comían con la mirada, luego de que ella se cortará el cabello.

—¿Te gusta mi corte, Laur?.— La escuché preguntar mientras soltaba una risita. Rodé los ojos ante su arrogancia.

—Lo odio.— Le contesté con una sonrisa.

—Y lo que llegue a sentir.— Sentí mi voz romperse un poco. Mire a Camila y ella estaba seria , escuchando todo.

—Camila.— Llame a mi novia, ella me miró y sonrió. No podía creer que su sonrisa era así de perfecta. — Creo que he dejado de odiarte,— Continue.— Creo que he empezado a amarte.— Y al decir aquello, sonrió aún más enorme.