Paper Hearts.

11.

– Ella no lo tomó bien – le dijo Mark en un suspiro – sabías que Anne estaría allí, no debiste ir y enfrentarla así –

– Vi la oportunidad y la tomé – respondió aun con su vista fija en el techo de su departamento – quería ver con mis propios ojos que estaba bien –

– Sí, ahora quieres verlo todo – le dijo Mark un poco molesto – sabes que ella te odia, Isaac – el hombre se encogió de hombros.

– No me odia, odia que no haya evitado la muerte de nuestro hijo – respondió Isaac moviendo nervioso su pulgar por el vaso de vidrio que tenía en su mano – ¿A caso cree que a mí no me duele? – Mark se encogió de hombros – cree que es la única que tiene derecho a sufrir –

– Tú no fuiste un gran apoyo cuando mi sobrino murió – respondió Mark y en ese momento Isaac lo miró fijamente, provocando una pequeña punzada en su cabeza – salías cada noche a cualquier bar a beber hasta desmayarte. Dejaste a Anne sola en esos momentos así que no te hagas la victima ahora –

– Claro, todos del lado de Anne porque ella era la madre – rió irónico – yo era el padre, Mark. Adoraba a mi hijo, amaba a Anne – suspiró dolido, arrepentido de tanto – nunca he dejado de amarla –

– Quisiera decir lo mismo por ella – respondió Mark – pero tú y yo sabemos que eso ya no es así – Isaac negó con su cabeza sonriendo un poco.

– No mencionar a mi ex – dijo recordando lo que pudo leer del cartel – siempre decía eso cuando peleábamos, le decía a Noah que papá era el ex de mamá – rió haciendo reír a Mark por el recuerdo tan lejano pero a la vez tan cercano – los extraño, los extraño muchísimo – dijo antes de volver a tomar de su vaso de licor.

– Anne y tú siguen inmersos en el recuerdo de Noah – dijo Mark preocupado – primo, debes dejar de tomar y seguir. Están a punto de despedirte de nuevo –

– Estoy cerca – dijo seguro – estoy cerca de encontrar a la persona que me quitó a mi hijo y a mi esposa. Lo verás, Mark. El fin de la vida de mi hijo solo inició una cuenta regresiva –

– Isaac... – advirtió Mark preocupado.

– Le devolveré el favor – respondió sarcástico antes de terminar el licor del vaso de un solo sorbo – esa persona me quitó toda mi vida, yo le quitaré la suya – Mark solo negaba con su cabeza pensando en cómo ayudar a su primo y a su amiga, ambos con mucho rencor en sus corazones.

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– Sí, ya me llegó la información del caso – respondió Anne con su vista fija en la pantalla del computador – gracias, señor Terance – dijo antes de colgar la llamada y dejar su celular sobre el escritorio.

– ¿Sobre qué trata? – le preguntó Chloe al otro lado del escritorio.

– Asesino sutil – respondió Anne concentrada en leer el caso – entra a casas de chicas solteras o divorciadas – hizo un gesto – tantas chicas muertas y ninguna soy yo – suspiró.

– Agradezco eso, lo agradezco mucho – dijo Chloe sinceramente extendiéndole el vaso de cartón lleno de café que tenía en sus manos. Anne la miró con una pequeña sonrisa dándose cuenta del vaso.

– Muchas gracias – dijo casi en un susurro recibiendo el café y colocándolo en el escritorio – es un asesino nocturno, viola a sus víctimas y luego las asfixia. Es inteligente – dijo normalizando su voz.

– ¿Por qué? – preguntó Chloe, estaba prestándole mucha atención.

– Estoy segura de que es el mismo asesino de las dos chicas que encontraron en un bosque fuera de la ciudad – respondió Anne segura – claro que sí, así desviaba a la policía para hacerla creer que eran dos asesinos diferentes – Chloe estaba impresionada, Anne era increíblemente analítica.