Parte 2.

3 0 0
                                    

Extrañaba los desayunos hechos en casa. Tanto tiempo habia pasado comiendo fuera y todo este tiempo jamas probo una comida como la hecha en casa. Su papá durante el desayuno le conto que vendria mas tarde su hermana para llevarla a las empresas donde trabaja para una entrevista de trabajo que Amanda tenia pendiente desde que ella termino la universidad.

- Antes de que te vallas Amy - Dijo su padre parandose de su asiento y tomandola por los hombros - Tengo que enseñarte tu regalo de bienvenida.

Amanda se puso incomoda de momento, conocia a su padre y sus regalos rebasavan lo extravagante a veces lo exagerado. Se incorporo ella también de su asiento y se puso en camino a la salida de la casa. Afuera habia un lindo Beetle turbo descapotable, el regalo le gusto a Amanda pero inmediatamente renego.

- No papá, es demasiado... No puedo aceptarlo.

- Pero Amy, es tu regalo...

- No papá, mis cosas ahora en adelante las hare por mi cuenta, pero agradesco tu detalle papa.

Le abrazo y vio bien el carro, ella estaba decidida a que si tendria un auto seria algo que ella habia obtenido con su trabajo.

- Bueno al menos llevatelo hoy para trabajar.

Ella lo penso pero después de pensarlo bien dijo:

- Nesesito disfrutar mas de la ciudad, me voy en el publico papá, entonces tengo que salira ahora.

Su papá sonrio tristemente pero acepto, se arreglo para lo que seria su cita en la cadena de restaurantes mas grandes de Europa, ella se sentia aun la falta de algo en su vida, y penso que eso llenaria ese pequeño vacio existencial que sentia.

Que equivocada estaba.

Salio de la casa entusiasmada, dando casi saltitos de emoción, tomo el bus que la llevo hasta la estacion de tren, no queria llegar tarde así que tardaria menos en llegar de esa manera, se puso sus audiculares mientras pensaba que haria en la empresa de su hermana, ella habia estudiado finanzas así que penso que no seria problema quedarse en la empresa donde su hermana trabajaba, ella parecia feliz con su trabajo o al menos ella trataba de aparentarlo, pero Amanda no queria aparentar nada, queria amar lo que hacia era una mujer apasionada y queria sentir pasión por algo, queria hacer algo con su vida.

Cuando por fin llego fue hasta ahí, era un conjunto de tres edificios todos unicamente de cristal - una maravilla arquitectonica - penso Amanda ya que estaban unidos los tres por puentes igual de cristal azul, busco el edificio que indicara Bateig restaurantes. Cuando lo vio entro y se dirigio a un vestibulo donde estaba su hermana trajeada con gris y blanco, no tenia falta e inmediatamente Amanda se sintio indicente a lado de su hermana ya que ella si traia falda.

Amanda venia de blanco con una camisa azul, para ella era demasiado trajeado pero su hermana le habia traido la ropa ya que ella no tenia nada muy formal. Los tacones se escucharon en todo el suelo de granito de la empresa, algunos hombres volteaban a verla ya que era una mujer muy atractiva a pesar de su edad y mucho antes siempre habia tenido suerte con los hombres pero ella preferia no verlo.

Tomaron el asensor mientras su hermana hablaba.

- Te dejare subir seguro de recibira Carolina y si no cuidado, te recibira el hijo del jefe, Alexander es muy exigente y enojón así que cuidado con el.

Me advirtio mi hermana yo asentia de vez en cuando, cuando parecia que no le hacia el menor caso solo para asegurarle que escuchaba atenta, al llegar a la planta 20 mi hermana bajo junto con otras mujeres me deseo suerte y después me quede completamente sola.

La compañia de mi hermana me habia puesto segura pero ahora me sentia intimidada, la espectativa de hablar sobre lo que yo se con alguien no era lo mio. Cuando la planta 50 llego ella bajo y miro a su alrededor y busco recursos humanos, con la mirada lo localizo con paso decidido fue hasta ahí, abrio la puerta y estaba un hombre de espaldas gritandole a una mujer que estaba encogida sobre su silla de escritorio, ella le dirijio una mirada rapida y con eso fue suficiente como para el que el hombre volteara a ver a Amanda, la fulmino con la mirada y por alguna extraña razón no pudo encojerce ante su mirada, era tan tierna que ni siquiera parecia que la estuviera fulminando con ella Amanda se limito a seguir mirandolo el espectaculo que estaban dando aquellos dos.

- ¿Que quiere? - Pregunto Alexander ya en un tono mas moderado, miro a la mujer que estaba en la entrada de recursos humanos, inmediatamente le vino la imagen de alguien pero la desecho al instante esta parecia mucho mas joven y vivaz, tierna y sexy al mismo tiempo y con menos experiencia era la primera vez que la veia por ahí seguro era una de las chicas que venia a la entrevista.

- Vengo a la entrevista - Dijo sin ningun titubeo, dio un paso adentro de la oficina y cerro la puerta tras de ella, tenia un cuerpo muy formado pero la piel era demasiado palida como para ser de otro país.

- Pasa - Musito Alex mirando a su ex secretaria, la muy estupida habia contado a otra mujer sobre su relación ahora estaba en la calle.

Amanda paso viendo a la pobre mujer que se le salia una lagrima y caía lentamente por su mejilla, se apresuro a tomarla pero ella lo pudo ver.

- Y Jessamine, para esta tarde tienes que estar fuera.

Dijo el hombre y entro a una oficina señalando a la muchacha que entrara, era espaciosa y bien decorada, de tonos grises, negro y azul marino, el hombre cerro la puerta cuando Amanda entro y ella se sento en uno de los incomodos asientos frente a su escritorio.

- Buenos días.

- Tardes señorita...

-Navarro

- Señorita Navarro llego tarde a la entrevista ¿No sabe que nos gusta la puntualidad en la empresa? ¿Que se lo ofrece? - Dijo categoricamente Alexander

- E venido por que mi hermana me platico sobre un puesto de contadora en la empresa.

Alexander lo medito por un momento y penso que si tenia una hermana aquí seguro se le hacia conocida pero no supo de donde....

- Vere que puedo hacer por usted ¿Trae su curriculum?

Y así Amanda lleno tres formularios e hizo un examen, Alexander la miraba concentrada fruncia el ceño constantemente lo que hacia que pensara que se veia comica haciendo eso, pensando demasiado.

- Ya esta.- Dijo Amanda con orgullo, lo dejo en el escritorio de Alex y el puso una mano sobre la de Amanda, ella se estremecio ante el contacto y la retiro rapidamente. Amanda tenia que aceptar que Alexander Bateig era un hombre atractivo, Amanda estaba segura de que tenia treinta y menos, el pelo cafe, ojos color azul clasico, piel clara y un traje caro color azul. Convinacion perfecta.

Y el orgulloso de el mismo y de su exito se tiraba a mas de la mitad de las trabajadoras de la empresa. Aun que Amanda obviamente seria la exepción.

- Perfecto te llamaremos para confirmar si te quedaste.

Amanda solamente asintio mientras salia de su despacho de Alexander, el admiro su trasero que era realmente bonito.

- Lindo trasero - Grito el cuando ella salio.

- Gracias. - Replico ella ofendida.

Alexander se sobresalto al escucharla, imaginando que no lo escucharia, se levanto de un salto de su asiento y corrio para poder alcanzar a la dama. Ella estaba esperando el asensor con tensión sobre los hombros.

- Señorita Navarro....

- ¿Disculpe? - Ella se volvio para verlo con una expreción profesional en el semblante.

- Mi comentario - Dijo Alex aclarandose la voz. - Mis disculpas por ese comentario inadecuado.

Ella lo miro, estaba pensando. Se dio cuenta Alexander que cuando la señorita Navarro pensaba arrugaba la nariz y la boca se le volvia una dura linea.

El asensor llego y ella solo levanto una mano cerrando los ojos, como cansada entro al elevador y no miro atras. Alex se quedo ahí y por primera vez en su vida no supo que decirle a una mujer.

Y esa, fue la situación mas refrescante de su vida.

Una princesa sin zapatillas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora