El Enemigo Entre Nosotros ||Saint Seiya||

Capitulo 2

Abrí los ojos levantándome con exaltación, aquellas heridas que mis compañeros habían provocado hace ya unos minutos ya no dolían tanto como en ese instante, pude observar como mi cuerpo estaba envuelto en gasas y vendas, algunas con una que otra mancha de sangre provocada por los rasguños y cortadas mas profundas.

En una cama que se ubicaba a mi lado, Alpha yacía descansando, a diferencia de mi solo su vientre se encontraba vendado así como teñido de rojo demostrando la gravedad en su herida pues Giles no fue para nada delicado en dañar su piel de porcelana como el la llama.

El rechinar de la puerta me hizo darme cuenta que alguien había entrado a la habitación, este era el mismo con el que me había encontrado en el bosque, esa reluciente armadura me tentaba a destruirla, sin embargo, mi pasatiempo podría poner en riesgo esta misión haciendo que la venganza no pudiese ser llevada a cabo.

-¿Cual es tu nombre?.- pregunto mirándome con el ceño fruncido.

-Hydra...

-¿Que les ocurrió?.- pregunto una segunda persona ingresando a la habitación, una persona de apariencia bastante similar al que había ingresado con anterioridad.

Permanecí callada mirando a la nada, podía no sentirme como tal pero aun así me encontraba desorientada debido a la gran cantidad de sangre que perdí, no puedo decir lo mismo para Alpha pues ella se encontraba mejor o quizás peor que yo. Aun que viendo su estado actual, la segunda es la opción mas correcta.

Era mi hora de actuar, con los ojos cristalinos me puse a sollozar, cubrí mi rostro con mis manos mientras emitía jadeos y sollozos de sufrimiento y agonía, podía sentir la mirada de ambos puesta en mi, era hora de dar inicio a la segunda etapa.

Etapa 2: No se que paso... Todo fue tan rápido...
[Objetivo: Obtener su confianza]

Mientras emitía esos sollozos los cuales cada vez eran mas fuertes. Quejas podían escucharse al lado mio, cesé mis ruidos para prestar un poco mas de atención en Alpha quien comenzaba a despertarse, jadeando por el esfuerzo. Ya era hora que lo hiciera pues sin ella y su angelical rostro no lo lograría.

Uno de ellos cayo en la trampa, ayudo a la peliroja a levantarce mientras yo solo observaba con tranquilidad pero a la vez inquietud al sentir como la mirada del otro caballero me penetraba.

-Repito. ¿Que ocurrió?.- volvió a cuestionar el chico sin despegar su mirada de mi.

-Y-yo....- calló unos minutos.

«¡¿Que haces Alpha?!». Pensaba mientras la frustración se apoderaba de mi, ¿acaso duda en su respuesta o sigue desorientada por el golpe?.

-Todo fue muy rápido... ¡Unos chicos de extrañas armaduras nos atacaron!.- respondio alzándoles la voz mientras que lágrimas recorrían sus mejillas y suspiros y sollozos salían de su boca.

Sonreí para mi con algo de malisia y burla, esa chica actúa bien.
Continúe emitiendo sollozos y soltando unos cuantos suspiros mientras las lagrimas seguían recorriendo mis mejillas. El caballero al lado de Alpha trataba de tranquilizarla con palabras tales como "ya paso", "todo estará bien", entre otras. Mientras que por otro lado podía sentir la mirada del otro en mi, una sensación para nada cómoda.

Otro caballero entro a la habitación en la que nos encontrábamos, otra armadura a la que tenia que guardarme la tentación de destruirla.

-Caballeros, Athena los busca.- Informo aquel caballero haciendo que Alpha y yo prestaramos mas atención a lo que en nuestro alrededor se refiere.

Ambos se miraron entre si para retirarce de la habitación, este ultimo que había entrado nos miraba con desconcierto y obvia desconfianza, hasta salir del lugar dejandonos a solas.
Le diriji una mirada a la chica al lado mio, esta sobaba su vientre mientras esbozaba una sonrisa de notoria molestia tratando de ocultar el dolor de la herida.