Capitulo 3 •Estupida Mancha•

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Llegue a casa de la señora Anderson, se veía realmente enfadada y mis nervios aumentaban cada vez mas, no entiendo el porque su molestia si ella claramente se entero del fallecimiento de mi madre. Por lo que me había dicho Andrew, ella estaba completamente enterada, solo fueron dos días de mi ausencia, pero entiendo como es esta señora y sus humores.

—Eres una maleducada, te da uno las manos y agarras los pies. Se que tu madre murió pero hoy debías a ver llegado al trabajo, que por cierto hay muchas cosas por hacer te descontaré un día y no quiero peros así que te pones a trabajar en este preciso instante. —mueve su dedo índice con autoridad junto la mano en la cintura yo solo tomo aire y asiento a todo lo que me dice.

Me giro y finalmente dejo mi bolso en el lugar que le corresponde, tomo una liga y me hago una coleta alta como es de costumbre y comienzo hacer el aseo de todos los días, empiezo por la cocina por lo que veo hubo una gran fiesta esta complemente un asco esta todo tirado, lo que me hace pensar que curioso mientras ellos celebraban en grande, yo estaba completamente destrozada, pero al parecer la vida de un millonario no parece con preocupaciones o problemas o por lo menos así lo aparenta la familia Anderson, "Todo un mundo de felicidad y fiestas".

Después de haber hecho la mayoría de limpieza, ya que mi compañera Camila no entiendo el porque su ausencia, estoy muy cansada, aún me encuentro fregando los pisos de sala que no se que tipo de mancha rara sea la cuál está impregnada en el piso.

-¡Estúpida mancha! -me quejo mientras sigo batallando en el piso, cuando de pronto una voz se hace presente, esa voz que hace que todos mis sentidos se alteren.

—¿Cuánto tiempo has estado ahí? -escucho como Andrew suelta una pequeña risa, mientras yo subo la mirada hacia el quién ahora se encuentra parado frente a mi.

Doy una sonrisa incomoda —Suficiente como para que esta mancha no salga aún —tomo el cepillo y vuelvo hacer lo que estaba haciendo antes.

Veo como Andrew toma mi mano en señal de que deje lo que estoy haciendo —Esta bien deja eso ahí, te noto muy cansada, además yo soy el culpable de esa ¡Estupida mancha!-trata de imitar mi voz, la cuál no le sale, lo cuál hace que me cause risa.

—Pero tengo que hacerlo, si no tú madre me matará —comienzo a seguir fregando el piso, nuevamente el me quita el cepillo.

—Te he dicho que lo dejes, yo también doy ordenes aquí —me sonríe con autoridad, mientras me da la mano para que yo me pare. —¿Cómo te sientes?, cuándo me hablaste por lo de tú mamá, me sentí muy mal, quería saber de ti —su voz hace que mi piel se erize cada vez que dice una palabra.

Él siempre es tan atento conmigo., su preocupación me hace sentir segura, especial para alguien ahora que me siento sola.

—Pues, es obvio que no me siento nada bien, es horrible haberla encontrado tirada —digo tratando de que mi voz no se quiebre, cada vez siento como se hace un nudo en la garganta que no me deja hablar.

—Ven sientate, puedes desahogarte conmigo, lo sabes te apoyo. Eres una gran chica, cómo buen amiga, tú me has dado consejos cuando los he necesitado, ahora yo quiero escucharte, y quiero que sepas que no estas sola. —noto en sus ojos sinceridad, con ese brillo con el que siempre me habla.

Con Andrew hemos generado una gran confianza el tiempo que yo he trabajado aquí. Su madre no sabe nada de nuestros acercamientos, de la poca amistad que llevamos, si no ya estaría sin trabajo, lo cuál no creo que pase. Cuándo la Sra. Anderson me mira con Andrew, siempre trata de separarnos y busca una escusa de que yo no debo estar hablando con su hijo, a menos que él me de órdenes.

Amor por el día, infidelidad por la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora