-Capitulo 2- Las películas y seducciones -

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-Chloe POV-


Paso 1: invitarlo a mi cuarto a ver las peliculas. Paso 2: Elegir una pelicula que tenga almenos una escena de una pareja en la cama. Paso 3: Seducirlo.

Me prepare para la llegada de Sebastian, no me cambie, ya que tenia un plan. Talvez este actuando demaciado obseciba con esto de Sebastian, pero esque en verdad lo deseo, no es mi culpa que este tan lindo. Siempre veiamos las peliculas en la sala, pero esta vez no será asi, le inventare que se desbarato o algo asi, y tendremos que verla en mi cuarto, soy una genió. El llegaría aproximadadmente como a las 6 de la tarde, asi que tenia tiempo de sobra. Mis padres nunca estaban en casa, siempre se la pasaban de fiesta, o se ivan de viaje, o estaban trabajando, simplemente parecia que no tenian hija, aunque eso no me afectaba. Cuando sentí mi celular sonar, vi la pantalla y era Lynn, mi mejor amiga.

-¡WAZAAAA! -Grito mi loca amiga a loque yo imite.

-¡WAZAAAA! -Grite

-¡Estoy con un negro! -Grito, ella era la persona más loca que conocia.

-¡Yo estoy con dos! -Grite

-Okay, okay, tu ganas. -Respondio riendose. -¿y que me cuentas?

-¡Uff!, tengo tanto que contarte, enserio, de lo que te has perdido, todo por haber faltado a clases ayer, mala amiga. 

-¿Y que fue lo que paso? ¿Un payaso te acoso? ¡ho ya se! ¡Tienes herpes!, ¡te dije que no estubieras con dos a la vez!. -Eso provoco que se me escapara una carcajada, con ella era imposible hablar seriamente.

-Lo se, debi de escucharte.

-Te digo que siempre sigas mis consejos, pero nunca me haces caso.

Asi pasamos hablando como por 1 o tal vez 2 horas hasta que se me acabo el saldó, pudimos haber hablado por mucho más tiempo, maldito sea el saldo, algún día inventare un celular el cual tenga saldo ilimitado de por vida. El ruido de el timbre me saco de mis pensamientos, baje lo más rapido que pude las escaleras, lo cual casi provoca que me cayera y me muriera, vi mi vida pasar frente a mis ojos. Abri la puerta y me encontre con el maldito de Antony con unas pateticas rosas rojas, ¿que no podia ser mas crativo? o al menos haberme traido una caja de chocolates, almenos esos si se comen, y aparte yo era alergica a las rosas.

-¿Que haces aqui? -Pregunte con voz fria y seca.

-¿Puedo pasar? -Pero que idiota

-Tu no eres bienvenido. -Estuve a punto de cerrarle la puerta en la cara pero el la detuvo con su pie.

-En verdad lo siento, solo paso, fue mi culpa, se que soy un maldito idiota, y que no meresco tu perdon, pero podriamos volver a intentarlo, solo una oportunidad, solo eso te pido, fui un maldito idiota, pero la carne es debil, y solo fue una vez. -Dijo hablando rapidamente.

-Te dije que no, y se que no fue solo una vez, fue una vez en la que te vi de no se que tantas veces, asi que largate. -Le dije con enojo y furia, no me sentia triste ni debil, solo sentia odio, y más odio.

-No me ire, porque tu eres mía y de nadie más. -Dijo con voz autoritaria, como si yo fuera un objeto.

-Te equivocas, ella es solo mía. -Mi corazón se detuvo al escuchar la voz de Sebastian, ¡Y dijo que yo era de el!

-¿Que? -Pregunto Antony volviendose hacia el hechando fuego con la mirada.

-Como lo escuchaste, ahora largate si no quieres que te parta la cara maldito decerebrado. -Dijo quitandole el ramo de rosas. -Si la quisieras sabrias que ella es alergica a las rosas -Lanzo las rosas a un lado. ¿Como no iba a desearlo si se comportaba de esa manera?. -Tu no la mereces. -Lo tomó por la camisa negra, los ojos de Antony demostraban que estaba asustado.

-Ella es una maldita zorra, no se como puedes estar tanto tiempo con ella. Y ni si quiera es buena en la cama. -Okay eso me enojo, ¿que no era buena en la cama?, tal vez no me gustaba tender la cama, pero soy muy buena destendiendola. Me acerque a el y le di cuna cachetada que provoco que su cuello casi se quebrara; Habia tomado clases de Karate.

-¿Que yo no era buena en la cama?, yo nunca pude llegar a un puto orgasmo contigo, tuve que fingirlos TODOS, lo tienes demasiado chiquito como para que pueda llegar a dar placer. -Dije recalcando la palabra "todos"- Ahora largate de mi casa. -Me dio una mirada de furia, pero se fue dejandome sola con Sebastian.

Di un suspiro de cansancio. -Gracias. -Me acerque y lo abraze por el cuello, se tenso un poco, pero termino poniendo sus manos en mi cintura devolviendome el abrazo. -Que comienze la acción. -Le susurré en el oído.

-¿Q-que? -Tartamudeó alejandome de el mirandome a los ojos.

-Las peliculas, ¿que pensabas? -Le dije divertida.

-Yo... Solo -Tartamudeo.

-Ya vamos.

Entramos en casa, el ya se estava dirigiendo a la sala cuando lo detuve. -No esta funcionando la televisión de aqui. Tendremos que ver las peliculas en mi cuarto. -Dije tratando de sonar realista, por suerte yo era muy buena mintiendo, era uno de mis dones. Noté que se puso algo nervioso. Paso 1: Completado.

-Okay.

-Okay. -Sonreí, el también sonrió ya que esto nos recordo a el libro de Bajo la misma estrella, nuestro libro favorito, recuerdo que cuando lo terminé, el me consoló, ya que no podia dejar de llorar, parecia como si un familiar mio hubiese muerto.

Nos dirigimos hacia mi cuarto, y cerre la puerta detras de mi ya cuando habiamos entrado.

-¿P-porque cierras la puerta? -Tartamudeo un poco, ¡lo ponia nervioso!, ¡Que tierno!.

-Voy a prender el aire, hace calor y no quiero que se salga el aire. -Respondí con toda naturalidad.

-Bien. -Se sento sobre mi cama, la verdad es que nunca habia entrado a mi cuarto, solo 2 veces que lo habia enviado a por mi bolso.

-Ve eligiendo las peliculas, mientras me visto para ponerme algo más comodo. 

-Bueno. -Se dirigio a dondé estaban las peliculas. -Creo que te faltan peliculas.- Que observador.

-Si, esque le preste algunas a Lynn. -Respondí mientras sacaba unos shorts de mesclilla y una camisa negra de tirantes, me comenze a quitar mi blusa, lentamente, senti su mirada sobre mi.

-¿Que es lo que estas haciendo? -Pregunto con voz algo acelerada, lo volté a ver y tenia la cara roja, y sobresalia algo debajo de sus pantalones, ¡Si!.

-Me visto. -Me encogi de hombros, pase a mis jeans, y me los fui quitando lentamente.

-¿P-porque no te vistes en otra habitación? -Si que estaba muy nervioso.

-Pero si ya me has visto COMPLETAMENTE desnuda. -Dije resaltando la palabra "Completamente".

-Si pero... -Se quedo callado al ver que me agachaba lentamente para ponerme mis mini-shorts, me los fui poniendo muy lentamente. -¿Porque lo haces tan lento? -Y señoras y señores Sebastan Roberts rompio la magia.

-Esque... Me caí, de un columpio, y fui al doctor, y me dijo que no podia hacer movimientos bruscos. -Merecia un premio por saber mentir tan bien. Me comenze a quitar mi bracier.

-¿Porque te quitas el bracier? -Pregunto sin quitar la mirada de mis pechos.

-Quiero estar comoda, ¿Porque estas hoy tan pregunton?. Ahora, ¿Donde deje mi blusa?. -Me agache para buscar bajo buró, entonces me dirigí gateando hacia donde se encontraba Sebastian y busque bajo la cama; En verdad que si se me perdio la busa, cuando senti una mano sobre mi nalga, trage saliva.

Seduciendo a mi amigo gayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora